Miranda Do Douro, es una ciudad portuguesa, perteneciente al distrito de Bragança, y situada a tan solo 50 km de Zamora. Además, la ciudad está dentro del territorio que comprende el Parque Natural do Douro Internacional.
La ciudad, con una población de 7.500 habitantes, limita al nordeste y sudeste con España. Desde el siglo II ha sufrido muchos enfrentamientos debido a sus envidiadas peculiaridades, y su paisaje.
Para comenzar nuestro recorrido, nos dirigiremos hacia el casco antiguo por la Avenida Aranda do Douro. En primavera, podemos encontrar esta avenida muy animada, con cantidad de puestecillos donde se vende artesanía, monedas antiguas, comidas artesanas...
Además, se celebra un precioso festival medieval, muy animado y divertido.
Nos dirigimos por Largo do Castelo, y nos encontramos con las ruinas del Castillo y de la Alcazaba.
El Castillo lo mandó construir el rey Dinis, a finales del siglo XII. Está situado en un alto, desde donde domina los ríos Duero y Fresno. Actualmente solo podemos encontrar alguna ruina, ya que en 1.762 fue arrasado por las tropas de Carlos III, durante la guerra de los Siete Años.
Actualmente, se conserva la Torre del Homenaje, que era la más grande, un pozo en el centro del patio de armas, con escaleras de caracol, por donde se bajaba a coger agua, y fragmentos de murallas y varias puertas de entrada a la ciudad.
Volvemos nuestros pasos, para continuar por la Rua Mounzinho de Albuquerque. Esta calle está llena de tiendas, donde podemos encontrar todo tipo de cosas.
Al final de la calle nos encontramos con la Plaza Joao III, donde podemos destacar el Palacio Municipal, que actualmente alberga el Museu da Terra de Miranda, y El Ayuntamiento.
En el centro de la Plaza podemos observar el Monumento a los Mirandeses. Se trata de dos esculturas de bronce, un hombre y una mujer, vestidos con los trajes típicos de la zona rural de Miranda.
Desde la plaza, sale la Rua Rainha Dona Catarina, que nos conduce directamente a la Catedral de Miranda. Está catalogada como Monumento Nacional, y data del año 1552, cuando comenzó su construcción, por orden del rey Joao III.
Frente a la Catedral, encontramos la Muralla Prerrománica. Dicha muralla la encontramos nada más entrar al casco antiguo, y se conserva una gran parte, alrededor de toda la ciudad.
Al subirte a la muralla se pueden observar unas maravillosas vistas de los Arribes del Duero.
Si continuamos caminando por la Muralla, mientras observamos los maravillosos paisajes, llegamos al Jardim dos Frades Trinos. Es un jardin moderno, inaugurado en 2003, y que recibe este nombre porque era el huerto del Convento de los Trinitarios.
La iglesia de dicho Convento se encuentra al lado del Jardin, y actualmente encontramos la Biblioteca Pública.
Espero que hayáis disfrutado con la visita, y que si estais cerca de esta pequeña ciudad, no dudéis en visitarla. Estoy segura que no os defraudará.
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