Destin está localizado en el noroeste de la Florida, en una faja alargada conocida como el “Panhandle” (el “mango de la cazuela”) que limita con el Golfo de México por el sur, Georgia por el norte y Alabama por el oeste. La península de la Florida es muy larga y Destin está bastante distante de los centros que frecuentan la mayoría de visitantes. Orlando queda a unas 6 horas y media de camino en automóvil y Miami a unas 10. Destin está, de hecho, bastante más cerca de New Orleans, en Luisiana, o de Mobile, Alabama, que de las grandes ciudades de la Florida. Como resultado, no es un destino muy conocido ni dentro ni fuera de EEUU a pesar de ser una de las playas más espectaculares de la cuenca del Caribe, una de esas partes del mundo donde las playas maravillosas no sorprenden a nadie.
Toda la costa del Panhandle, desde Panama City a Pensacola, se caracteriza por playas de arena muy blanca bañadas por aguas cristalinas de un extraño color verde que le han valido el sobrenombre de “la costa esmeralda”. Sin embargo, nada puede igualar a la pequeña franja de arena que se extiende desde Destin hasta Fort Walton a lo largo de una isla barrera rodeada, por el norte, por una extensa laguna de agua salada y, por el sur, por el Golfo de México.
Estuve en Destin por primera vez hace ya unos cuantos años, cuando cruce todo el país desde el Oeste a Miami en un “road trip” que duro varios días. Una amiga, que conocía el area, me recomendó parar en Destin por el camino y así lo hicimos, cansados de tanta rueda y sin esperar gran cosa. Nuestra sorpresa fue total al encontrarnos con una arena tan blanca que parecía nieve y un agua tan transparente que se veía a los bañistas a través de la cresta de las olas.
He regresado después dos veces, la última vez este verano, y me he encontrado con una imagen parecida. La ciudad ha crecido un poco, hay más hoteles y restaurantes, pero la arena sigue semejando nieve y el agua sigue teniendo el mismo extraño color verde y es igualmente transparente. Esta ultima vez, decidí investigar el motivo por el cual la playa tenia estas características y me entere que la arena no es arena “normal”, sino mármol pulverizado que trae el rio Mississippi de no sé qué cantera lejana. Este polvillo, al llegar al golfo, es arrastrado por las corrientes y depositado, año tras año, en esa zona específica. De ahí que la arena sea de un color blanco brillante, que no queme los pies y se mantenga fría aun en los días más calurosos, que no se revuelva cuando hay olas y que parezca refulgir misteriosamente y ligeramente en noches de luna.
Como ya comente, Destin está lejos de las rutas turísticas que siguen la mayoría de los visitantes. Sin embargo, es fácilmente asequible por medio de vuelos cortos y relativamente económicos desde todas las ciudades principales de la Florida y de los estados vecinos a los cercanos aeropuertos de Panama City o Pensacola. Ambas ciudades están localizadas a unos 45 minutos del área de Destin vía una carretera costera con bastante poco tráfico y es fácil y económico alquilar un auto en los aeropuertos. Destin también resulta un destino ideal para descansar 2 o 3 días en el trayecto entre Miami y Nueva Orleans o desde Orlando hacia los estados del Oeste.
Hay multitud de hoteles y moteles en el área con precios muy variados y muchísimas cafeterías, vida nocturna, muelles deportivos, centros comerciales y restaurantes. Recomiendo el Sandestin Hilton, un hotel un poco más caro de lo que busca la mayoría de los turistas, es cierto, pero construido directamente sobre la arena, con excelentes restaurantes, varias piscinas (por si alguien se aburre de la extraordinaria playa) y todo tipo de amenidades. El hotel fue construido en el enclave de Sandestin, una zona residencial con grandes bosques, campos de golf, montones de senderos para correr y hacer excursiones en bicicleta, un centro comercial muy agradable, muelles deportivos, elegantes residencias y preciosas vistas al golfo y a la laguna. La noche de estancia sale en unos $160 (unos 120 euros), dependiendo de la época del año y del tipo de habitación e incluye un extenso y bien servido buffet de desayuno en la elegante cafetería. El hotel tiene, además, dos restaurantes “de lujo” (un “steak house” y otro italiano) y una económica y divertida cafetería junto a la piscina con vista a la playa. Este es uno de esos lugares donde vale la pena pagar un poco más por el hotel, porque realmente el objetivo de la estancia es disfrutar de las amenidades que ofrece. Ahora, es posible conseguir otros alojamientos mucho más económicos en la zona.
Si quiere hacer alguna excursión, tiene cerca los parques estatales en varias islas cercanas que se alcanzan en un corto viaje en barco desde Fort Walton. A solo unos kilómetros de Destin, encontrara el curioso pueblo de Seaside, diseñado por una famosa pareja de arquitectos de Miami en el estilo de las antiguas residencias de madera de la Florida y organizado alrededor de pintorescos callejones, anfiteatros, pequeños centros comerciales y plazas con el objetivo de promover la interacción entre los habitantes. Un poco más lejos, se tropezara con Pensacola, que guarda una zona histórica con algunos edificios que datan de la época de la colonia española. Y, en toda el área, podrá probar las famosas ostras de la costa del golfo, que son realmente extraordinarias y que se suelen servir por docenas y abiertas sobre el hielo o, al delicioso estilo “sureño”, troceadas, fritas y delicadamente empanadas.
Si pasa cerca del area, o quiere conocer uno de esos lugares “secretos” que resultan ser inolvidables, dese una vuelta por la Costa Esmeralda de la Florida y conozca a Destin. Y, por favor, mantenga el secreto y no cuente a nadie lo que ha visto!
JP
Maravilloso relato. Gracias JP!!
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