Datos de interés:
-País: Holanda
-Ciudad: Amsterdam
-Fecha y duración del viaje: 23-28 de Mayo 2009. 5 días
-Documentación necesaria: Pasaporte o DNI en vigor, sin necesidad de visado para los siguientes países: Alemania, Andorra, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bermudas, Brasil, Brunei, Bulgaria, Canadá, Chile, Chipre, Corea del Sur, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Gran Bretaña, Guatemala, Honduras, Hong Kong, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macao, Malaysia, Malta, México, Mónaco, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega , Países Bajos, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania, San Marino, Suecia, Suiza, Singapur, Hungría, Uruguay y Venezuela.
El resto de países, no enumerados en la lista, deberán ponerse en contacto con la embajada en su país.
-Idioma: Neerlandés
-Moneda: Euro
-Vacunas: No se requieren vacunas
-Electricidad y enchufe: Holanda 230 V-50 Hz. Enchufes C y F
-Diferencia horaria: Para consultar la diferencia horaria con tu país de origen, visita http://www.diferenciahoraria.info/
En el año 2009 y estando embarazada de 6 meses, hicimos una escapada a Amsterdam y alrededores.
Viajamos un sábado por la mañana con Vueling y llegamos antes de lo previsto a Schipol, el comandante nos avisa del buen tiempo reinante.
Vamos a buscar nuestra maleta por unos pasillos que se me hacen interminables y allí mismo vemos unas maquinitas para comprar los tickets a Amsterdam Central Station.
Hacemos todo lo que nos pide la máquina pero por lo que se ve no le gusta mi tarjeta, así que una pareja muy amable nos enseña, vemos que lo hemos hecho todo bien pero hay que intentarlo con otra tarjeta y además visa porque las de débito no le gustan.
Consejo: llevar más de una tarjeta porque esto es algo muy habitual en mis viajes, si no vale una siempre tendréis otra por si acaso, recuerdo mis problemas en las gasolineras en USA ...
Ya tenemos nuestros billetes y nos dirigimos a buscar el tren a Amsterdam que no tarda ni 5 minutos en aparecer, en unos 20 minutos llegamos a la Estación Central.
Son las 9,30 de la mañana, con un plano básico sacado de internet intento situarme para buscar el hotel y resulta ser lo más sencillo del mundo, todo recto, llegamos a la Plaza Dam, hasta el monumento de los Caídos y allí en una esquinita está el Hotel Rho, hotel 3 estrellas, céntrico, desayunos muy buenos, personal amable, habitaciones limpias y espaciosas, muy recomendable, relación calidad-precio muy buena. Era una antigua estación y lo han conservado muy bien, aquí lo podéis ver...
Subimos a la habitación a dejar los bártulos y a descansar un poquito, que no mucho porque hay que aprovechar el día. A las 11 comienza el tour gratuito por la ciudad que yo quiero hacer y que casualmente comienza al lado de nuestro hotel... Cinco minutos antes de que empiece el tour, vamos para allá, el punto de inicio es el monumento de los Caídos a las 11.15, y hay un montón de gente, teniendo en cuenta que el tour es gratis y que solo pagas la voluntad, no me parece ni tanta. Nos toca un chico llamado Pablo, majísimo y le seguimos por las calles de Amsterdam...
El Tour dura tres horas que al final se convierten en algo mas, y lo cierto es que te lleva por sitios y te enseña cosas que seguramente tu las pasarías por alto, contadas de una forma muy amena. Os lo recomiendo y si lo hacéis el primer día como hice yo mejor porque os situáis un poquito por la ciudad. Le dimos 10 eurillos por barba, hubo gente que más y otros que nada, siempre hay algún tacaño pero se lo curró tanto que me pareció hasta poco... Aquí os pongo un ejemplo, esta es una casa okupa por las pintas uno ya más o menos se imagina lo que puede ser, pero lo que no sabéis es como uno puede ocupar una casa y que esta al final acabe siendo legal..Pues todas esas cosillas nos las iba contando Pablo de una manera divertida.
Otra cosa a su favor que las mujeres agradecemos, a medio tour nos preguntó que si queríamos ir al baño y yo claro fui la primera que dijo que si, recordad que estaba embarazada, y el guía nos llevó al baño supuestamente más barato de aquel recorrido, porque debéis saber que en Amsterdam te cobran por hacer pis, nos costó 25 cents el pipí, en el McDonald’s por ejemplo eran 50 cents, así que llevar monedillas que para estas cositas va bien.
Cuando terminó nos fuimos a comer, típica hamburguesería del primer día...y de ahí al hotel a descansar un poco que yo ya me empezaba a resentir... Después de dormir una siestecilla y descansar los pies que ya los tenia hinchados, decidimos pasear por las proximidades del Hotel sin rumbo fijo...y nos encontramos con ríos y ríos de gente, entre el buen tiempo y que era sábado, estaba atestado de gente.., pero paseando acabamos en el Barrio Rojo y allí ya fue el despitote, no había visto yo una cosa así ni en Ibiza en Agosto, borracheras, porros, las barcas pasando por los canales con la música a tope, la gente bailando en las barcas, algunos haciendo calvos, mas porros etc., etc. Yo pensaba en los pobres vecinos con todo aquel bullicio, luego dicen de España pero si queréis juerga y desparrame iros a Amsterdam...
Total que vamos callejeando, y vemos a las chicas en los escaparates, las cuales no se pueden fotografiar y nos damos cuenta de que en cada calle o callejón son de un padre o de una madre, las guapas, las feas, las gordas, las de la Europa del Este, las negras, allí todo vale hay chicas espectaculares pero otras que en fin... y van llamando a través del cristal a los posibles clientes, a mí y a mi marido nos llegaron a llamar también, imagino que a la chica en cuestión la daba morbillo hacerse un trio con una embarazada jajajjajaja.
La verdad que aquel ambiente a mí en particular no me gustó, ya los días posteriores que estaba la cosa más tranquila le fui cogiendo gustillo al Red Light District pero el sábado noche no...
Te ofrecen droga por la calle, la cual nos dijeron que ni pensarlo que era detergente puro, vamos que ni pensarlo, a mi me ofrecieron coca, éxtasis y qué sé yo que mas, como los Holandeses son tan agradables pensé que lo hacían de cara al parto para que yo no sufriera pero se lo ofrecían a todo perro pichichi...
Y lo llaman Barrio Rojo por como podréis observar, las lucecitas y los farolillos, en cada escaparate hay uno, cuando la chica consigue un cliente, cierran la cortina y lo apagan..
Y esa noche cenamos en un chino cerquita del hotel, pero un chinito como dios manda, no los del rollito de primavera y el arroz tres delicias de aquí... Y de ahí al hotel a dormir que estábamos reventados, llevábamos muchas horas despiertos y al día siguiente había que madrugar....
Domingo 24 de Mayo
Nos levantamos el domingo sin prisa, para qué si estamos de vacaciones y bajamos a desayunar.
Nos pegamos un buen atracón, una de las cosas que me gustó del hotel es que en el precio, que no se si lo he dicho por 4 noches 520 €, incluía el desayuno, cosa que el resto de hoteles que estuve mirando iba a parte y ya suponía un dinerin...
Salimos y vimos que hacía un día precioso (el calor apretaría después) y decidimos acercarnos al punto de información turística a comprar la I AMSTERDAM CARD, cosa que hoy en día no volvería a hacer porque aunque si la utilicé no la amorticé y nos salió por 100 euros a los dos!.
Así que como estábamos cerquita de la estación, fuimos hasta allí a comprarla y había allí más gente que en la playa de Benidorm un domingo de agosto...la compramos, pregunté por los waterland tickets y como era prontito decidimos irnos hasta la zona de museos a ver lo que se cocía...
Chino chano como dicen aquí, fuimos andando hasta el museo Van Gogh, está todo muy cerca y a todas partes se puede ir andando pero mis tobillos hinchados y el calor me estaban haciendo mucha pupa desde bien temprano, podíamos haber cogido el tranvía pero que sería del turismo de ciudad sin una buena pateada. Por el camino nos íbamos encontrando con cosas como esta, un mercado de flores del que más adelante contaré una anécdota, y a mí que me chiflan las plantitas me iba parando en todos los puestos, además he de decir que lo encontré barato.
Seguimos caminando y ya se veían las terracitas con gente, son muy callejeros estos holandeses, los días que estuvimos allí todas las terrazas llenas, los parques etc., etc. les va esto de la cañita con los amigos y porque no conocen las tapas!
Así llegamos sobre las 11 al museo de Van Gogh, el único que vimos de nuestra estancia en Amsterdam, y nos tocó hacer una pequeña cola amenizada por un músico callejero. No vi mas porque no soy mucho de museos, voy al que me gusta por algo en concreto y punto, todo el mundo como loco por visitar la casa de Ana Frank, dios mío la cola daba la vuelta a la manzana...! perdonarme pero me va mas callejear aunque si queréis ver museos en Amsterdam hay muchos y buenos.
Total que voy a pasar mi tarjeta recién comprada pensando que me saldría gratis y tengo que pagar 5 euros porque hay una exposición especial sobre los "colores de la noche" y sino los pago no entro, mi marido con su sonrisilla de creo que lo de la tarjeta ha sido una memez, cuando tiene razón no lo soporto.
De allí nos fuimos al Voldenpark, que estaba bien cerquita y con el día que hacia apetecía pasear por el parque. Es que no lo he dicho pero tuvimos la suerte o la desgracia de pillar una olita de calor africano que hizo que estuviéramos a 25 grados cosa que para ellos era algo excepcional y yo que ya venía de Barcelona con calor e iba buscando el fresquito no me hizo tanta gracia. El Voldenpark, es como el Central Park neoyorquino o el Hyde Park londinense, grande, muy cuidado, muy verde, muchos lagos (con tanto canal...) y esta gente que son como los caracoles a la que sale un rayito de sol allí que van a tostarse, aquí tenéis la muestra...
Así que paseamos un rato por allí y llegó la hora de comer y ¿a donde fuimos? teniéndolo tan cerca es obvio, al Hard Rock Café! compramos nuestras camisetas de colección que con la tarjeta que nos hicimos el año pasado en USA y los puntos que teníamos nos salieron bien baratitas.
Después de comer y viendo que teníamos la empresa de cruceros por los canales tan cerca, decidimos darnos una vuelta en barco por los canales de Amsterdam utilizando la famosa tarjeta que para algo la habíamos comprado (esto si salió gratis). Son esas barquitas azules que veis...
El tour duraba una hora y tres cuartos y te llevaba por los canales más importantes, viendo la ciudad desde otra perspectiva. También veíamos de cerca las famosas casas flotantes...aquí tenéis una, hay alguna que se puede visitar por si os interesa.
Como era domingo y hacia el día que hacía, todos aquellos que tenían barco en propiedad salieron a dar una vuelta y de paso ponerse un poco morenitos, algunos continuaban la fiesta de la noche anterior...os pongo alguna foto de nuestro recorrido
El museo Nemo de ciencias.
Cuando acabó nos fuimos directos para el hotel a descansar un rato que yo ya me lo merecía. Nos pusimos como gambas del sol y al llegar a la habitación aquello era un horno porque nos había tocado en la buhardilla, con las ventanas abiertas y ni por esas, aun así dormí un ratillo.
Ya descansados decidimos dar otra vueltecilla e ir a cenar, acabamos nuevamente en el barrio rojo, os juro que no soy ninguna viciosa pero es que te metieras por la calle que te metieras acabábamos siempre allí! Decidimos utilizar los bonos descuento de la tarjeta y fuimos a un griego que estaba bien cerquita, La Panagia o algo así, no lo recuerdo bien pero cenamos bastante bien y genial de precio, me encanta el pan de pita, después a bajar la cena con otro paseíto, no me digáis porqué pero siempre terminábamos pasando delante de las putillas orientales, la mayoría operadas, no me cuadra a mí una chinita con una 100 de pecho jejejejeje...
Y de ahí a dormir.
Lunes 25 de Mayo
El lunes decidimos salir de Amsterdam y visitar algún pueblecito. Nos acercamos hasta la Estación Central y allí de frente a mano derecha estaban los autobuses de Arriva, los que te llevan a los pueblos de la zona llamada Waterland (rodeados de agua como se van a llamar…). Dimos el bono con el 25% de descuento y compramos billetes de un día que nos servían para llevarnos de un pueblo a otro y vuelta a la capital. Primero fuimos a Marken, que aparecía el primero en el plano, y en media hora allí estábamos y esto fue lo que encontramos.
Un pueblo muy chiquitillo pero con mucho encanto, con todas las casas pintadas de verde y un puertecito pequeño, lo vimos enseguida porque como ya digo no era muy grande y era lo que había. Buscamos el modo de salir de allí e ir a Volendam, por cierto DAM significa dique, de ahí que todas acaben así y nos recomendaron el Ferry, puesto que con el autobús teníamos que retroceder y enlazar con otro, así que cogimos el barco que los unía y solo de ida puesto que ya teníamos el billete del bus. El trayecto duraba otra media hora. Y así llegamos hasta Volendam, este mas grande y más turístico, estaba lleno de gente para ser un lunes.
No sé porqué pero me recordó un poquito al Fishermen`s Wharf de San Francisco.
Aquí una mujer con el traje típico.
Y como llegó la hora de comer, nos quedamos en uno de los muchos restaurantes del puerto a comer pescadito frito, no os llevéis a engaño, no es el que vosotros conocéis, calamares, pescado (no sé de qué tipo) mejillones, sepia todo rebozado y frito incluidos los mejillones pero muy bueno. Lo que no llegué a probar fue el arenque crudo o “Jonk” muy típico de allí, pero si tenéis intención no os preocupéis que puestos que lo venden hay unos cuantos. Después de comer, callejeamos buscando el autobús que nos llevara a Edam, famosa por sus quesos y quizás el que más nos gustó de los tres.
Paseando por el pueblo buscamos unos famosos almacenes de quesos de los que nos habían hablado, pero tuvimos mala suerte y solo abrían dos días a la semana, no entiendo el neerlandés pero creo que ponía miércoles y viernes, así que informaros antes de ir. Aun así había tiendas como esta, donde te dejaban probar las diferentes variedades de queso.
Y de paso comprar alguna delicatesen. Nos llevamos unas mallas con tres tipos de Gouda, muy rico por cierto, pero luego descubrimos que Amsterdam los mismos los vendía más baratos y en una tienda al lado de nuestro hotel, pero como con estas cosas uno nunca sabe, más vale pájaro en mano.
Una vez concluida la visita, al bonito pueblo de Edam cogimos el bus que nos llevara de vuelta a Amsterdam y de ahí al hotel a dejar los quesos y descansar un rato. Al llegar, aquello seguía siendo un horno pero crematorio y eso que habíamos dejado las ventanas abiertas, bajé a ver si eran tan amables de cambiarnos de habitación pero tenían el hotel al completo.
Eso sí, la recepcionista muy amable me dijo que no me preocupara que esa noche a las 10 pm, había previsión de lluvia y bajarían mucho las temperaturas, ya ves que consuelo.
Después del descanso salimos a cenar y esta vez fuimos a un restaurante recomendado en guías y foros “el Aneka Reza”, un indonesio donde pedimos el famoso rijtaffel (se escribe así??), una serie de platitos con diferentes variedades de comida, acompañadas de arroz y la mayoría picantitas que a mi particularmente no me sentó muy bien.
Nos gustó por aquello de la novedad pero me quedo con la cocina mediterránea. Salimos a bajar la cena y como no acabamos en el barrio rojo, seguía habiendo un montón de gente, pero estas chicas nunca libran? Pues oye que de repente vemos rayos allá a lo lejos, acompañados de sus correspondientes truenos y comienza a caer el diluvio universal, miro el reloj y a que no sabéis que hora era? Las 10 en punto!!!!!!!
Os lo juro que me quedé muerta. Llegamos empapados al hotel, las calles se vaciaron en un plis y aprendí una lección muy importante y es que si un holandés te dice que a las 10 de la noche va a llover, es que va a llover, nuestros meteorólogos deberían aprender de esta gente.
Martes 26 de Mayo
Sé que mucha gente hace todo esto el mismo día, los tres pueblos anteriores mas lo que voy a comentar ahora, pero como dije al principio yo iba a mi ritmo y sin agobios. Así que el martes por la mañana, otra vez a la estación a coger, esta vez los autobuses de Conexxion que nos llevarían hasta Zaanse Schans y donde veríamos los famosos molinos holandeses. Por cierto, durante el trayecto recibí la primera patadita de mi churumbel, emocionante! No sin antes entrar en una tienda de recuerdos a comprar un paraguas porque llovía y no paró en todo el día y como dijo aquella las temperaturas bajaron muchísimo...el paraguas monísimo, rojo con un tulipán en el mango, muy original jejenes. Aquí no había descuentos que valieran, pagamos el billete y tardamos media hora de recorrido. El paisaje por aquí no era tan bonito como el día anterior, ya se veían más polígonos y casas de otro tipo. Llegamos y esto fue lo primero que vimos.
Fuimos paseando hasta los molinos, luchando contra el viento y la lluvia y entramos en uno de ellos, concretamente en el del aceite, viendo sus entrañas y como molían los frutos secos para sacer aceite. El personaje que lo atendía estaba mas allá que acá, pero no me extraña con aquel ruido uno se tiene que acabar volviendo loco.
Salimos y paseamos por los alrededores y acabamos entrando en una supuesta fábrica de quesos que resulto más bien ser una tienda para turistas atendida por pitufina.
Y así pasamos la mañana hasta que decidimos volver a Amsterdam y comer allí, esta vez en un italiano llamado la Madonna, al lado del griego de hacía dos noches y del cual nos descontamos el 25% de un vale. Y ya llevábamos 5 restaurantes con 5 nacionalidades diferentes... Ya os comenté que habíamos pasado por un mercado de flores, bueno pues a mi pareja se le antojó una cyca, una planta tipo palmera que no es una palmera en realidad, de muy lento crecimiento que echa hojas solo una vez al año y que aquí son carísimas.
Por 14 euros compró la más grande, sin hojas y sin maceta preparada para plantar pero que pesa 5 kilos y pica como demonios, ya le dije no me importa pero te encargas tu, no quiero luego sorpresas con los de Vueling y que tenga que pagar 5 euros por cada kilo de la planta, tranquila que la llevo en la mochila (y a eso añádele todos los quesos que habíamos comprado...), o.k. De ahí nos bajamos a Leidseplein a comprar cuadros, una plaza muy animada con terracitas, mimos, músicos y puestecitos.
Total que nos fuimos a ver el museo Heineken, no sé si lo sabíais pero la Heineken es Holandesa y como casualmente últimamente en todos nuestros viajes hemos terminado visitando una destilería de whiskey, o una bodega ya solo nos faltaba la cerveza, llegamos como sopas de la que caía fuera porque mi paraguas tulipán solo tapaba lo justo.
La visita es muy recomendable, vas a tu aire con un plano que te dan, sigues el recorrido y vas siguiendo el proceso de producción de la cerveza, que si el origen de la botella, los posavasos, los anuncios de todas partes del mundo etc., hay una parte donde a mi me entró la risa y es que es un video en un mini cine de esos interactivos que se mueven, te cae agua y tal, bueno la peli se supone que te hace sentir como si tú fueras una botellita de Heineken y el caminito que has de seguir hasta que llegas a la boca de alguien, con tanto movimiento y viendo los millones de botellitas moviéndose por la cinta transportadora os prometo que por un momento pensé que era una de ellas y me entro la risa floja.
Te dan dos cervecitas gratis bien fresquitas y bien ricas,¿porque estas cosas siempre saben mejor que cuando tú las compras?. Ya os digo que merece la pena. Salimos de allí y cogimos el tranvía porque caía la de dios y fue la única vez que utilizamos el pase para el transporte público. Decidimos ir a cenar y esta vez tocaba un argentino, utilizando los famosos cupones descuento y que se llamaba Madre María y que oh casualmente estaba en frente del griego e italiano de los días anteriores, que en sus respectivos idiomas también se llamaban virgen María, que nuestra carta de postres pertenecía al griego y que compartía a uno de los camareros del italiano que nos atendió anteriormente, curioso no?.
Cenamos muy bien y el sitio estaba lleno, por 40 euros los dos, después, como no, yo quería despedirme de mis amigas orientales que allí seguían detrás del cristal y que creo que ya me conocían, pero seguía lloviendo y había que hacer las maletas.
Y Fin de la historia, espero haberos ayudado algo a los que penséis ir a Amsterdam, ciudad que recomiendo muchísimo y al resto haberos entretenido un rato, como premio por la lectura os dejo una bonita imagen de lo que os podéis encontrar por allí.
Minerva.
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