Copenhague, comienzo de un viaje por las capitales nórdicas.

Una vez más, se presentaba ante nosotros una semana libre para elegir donde viajar. Nos apetecía mucho tocar el norte de Europa, pero sabíamos que teníamos que encontrar algo muy barato, y montarnoslo muy bien, porque sino sería imposible, ya que los países a los que queríamos ir no son precisamente baratos.

Una de las veces que estaba buscando, encontré un chollo. La compañía, una vez más, EasyJet, el precio, 60 € por persona ida y vuelta. Estupendo, ya tenemos vuelo, nos vamos al norte de Europa.

La fecha en este caso era del 15 al 22 de Septiembre. Disponíamos de una semana, así que me puse manos a la obra a idear nuestro mejor plan.

Despues de muchas vueltas, ver horarios y transportes, y sobretodo, ver si era factible, decidimos que visitaríamos las Capitales Nórdicas: Copenhague, Oslo y Estocolmo, en ese orden.

En esta primera parte del viaje, daremos una vuelta por Copenhague, y recorreremos sus lugares mas emblemáticos.

Nuestro vuelo aterrizó puntual en el aeropuerto de Copenhague. A las 10:30 ya estábamos montados en el tren que nos llevaría a la estación central.

Muy cercana a la estación, en la calle Vesterbrogade, se encuentra el centro de visitantes e información de Copenhague. Allí era donde teníamos que comprar nuestros billetes de autobús para ir a Oslo con Swebus.

Tras la compra, nos dirigimos al hotel a dejar todas nuestras cosas. El hotel fue todo un acierto, la zona muy buena, la habitación excelente y el trato genial. Hotel Windsor.

Comenzamos, ahora sí, nuestro recorrido por Copenhague. Lo más cercano a nuestro hotel, eran los Jardines del Rey.

Son unos impresionantes jardines, muy cuidados, y donde encontramos tambien el Castillo Rosenborg.

En el interior del Castillo, se pueden visitar las joyas de la corona, a nosotros no nos interesaban demasiado, asi que no entramos.

Atravesamos todos los jardines, viendo una exposición muy curiosa que había, y salimos por la calle Kronprinsessegade, en dirección a Kastellet.

Por el camino, recorrimos calles preciosas y muy tranquilas que nos encantaron.

Ademas, nos llamó la atención una iglesia, la St Paul’s Church, porque desde fuera se oía un concierto de musica clásica. Entramos, y cual fue nuestra sorpresa que la iglesia estaba llena de personas con sus perros. Preguntamos a una mujer, ya que nos sorprendió mucho ver a las mascotas allí, y nos contó que se estaba dando el primer concierto del mundo de música clásica para perros.

Despues de esta curiosa anecdota, y estar un rato viendo como los perros estaban relajados con el efecto de la musica, continuamos nuestro camino.

Llegamos a Kastellet, una fortificación que data del año 1626. Está muy bien conservada, y aunque la zona tiene alguna actividad militar, se usa principalmente como parque público.

Desde aquí, fuimos a uno de los puntos de interes que más público atrae en Copenhague, La Sirenita de Hans Christian Andersen. Por suerte, no había demasiada gente, porque estaba empezando a llover, así que aprovechamos para fotografiarla tranquilamente.

Seguimos recorriendo todo el paseo junto al mar, hasta llegar al puente que da a la preciosa Iglesia Anglicana St Alban's, y a la fuente Gefionspringvande, que representa un grupo de animales dominados por la diosa Gefjun. Esta fuente es el monumento más grande de la ciudad.

Muy cerca se encuentran dos iglesias, la primera, la Iglesia Rusa, por dentro no la pudimos visitar, pero por fuera es muy curioso ver su arquitectura.

La segunda, la Iglesia de Marmol. Un templo luterano que se comenzó a construir en 1749, y no fue terminado hasta el año 1894, debido a su excesivo coste, que hizo que se tuvieran que interrumpir las obras. Tiene una cúpula enorme, de 31 metros de diametro, lo que la convierte en el domo más grande de Escandinavia. Se sostiene sobre 12 columnas y es de planta octogonal.

Frente a la Iglesia de Marmol, encontramos Amalienborg, un conjunto de 4 palacios de estilo rococó, que desde 1794 funcionan como residencia de la familia real danesa en Copenhague.

Volvemos a llegar hasta el mar, a un paseo maritimo por el que da gusto pasear y que nos lleva hasta otra de las zonas más famosas de Copenhague, Nyhavn. Allí, en el número 9, se encuenta la casa más antigua de la ciudad, que data del año 1661. 

Por supuesto, una vez más, el sapito nos acompañaba en este viaje, y también quiso una foto en esta preciosa calle.

Ese día, había una orquesta de Jazz que animaba la zona.

La plaza que continúa a esta preciosa calle es Kongens Nytorv, que estaba en obras, así que solo pudimos ver los curiosos paneles pintados, que tapan la obra, y un mercadillo de cosas antiguas.

El día había sido bastante largo, nuestros cuerpos necesitaban descansar, así que, desde allí nos fuimos al hotel. Cenamos algo comprado en uno de los 7 Eleven que hay en la zona, y a reponer fuerzas y dormir bien, que al día siguiente continuaríamos con  nuestra visita a Copenhague.

El día se levantó nublado, pero sin pinta de llover, así que continuamos nuestro recorrido por Copenhague. Hacemos el check out, y dejamos las mochilas en el guardaequipajes.

Nuestra primera parada en el día de hoy, es la Torre Rundetaarn. Construida como observatorio astronómico, data del siglo XVII. Ofrece unas vistas impresionantes sobre la ciudad de Copenhague. Lo curioso de la subida de la torre, es que se hace a traves de una gran rampa, que hace siete vueltas y media hasta llegar a sus 35 metros. El precio de la entrada, 35 coronas por persona. Merece mucho la pena.

Continuamos caminando por el barrio de Indre By, la zona más antigua de la ciudad. Allí encontramos la iglesia San Nikolai, fundada en el siglo XIII, y situada en una pequeña plaza.

Al lado de esta plaza, encontramos Hojbro plas, otra plaza, en este caso de forma rectangular y más grande que la anterior, y en la que se encuentra una estatua del guerrero Absalon, fundador de la ciudad de Copenhague.

Muy cerquita, podréis encontrar la calle peatonal más larga de Europa, Storget. Cuenta con 2 kilómetros de largo, y se extiende desde Kongens Nytorv, hasta Radhusplasen. En el recorrido vereis numerosas tiendas, plazas llenas de gente, algún mercadillo....Nos gustó mucho el ambiente de esta calle, y la vida que había.

Caminamos por Storget hasta llegar a Radhusplasen. Allí nos encontramos con el Ayuntamiento, la Estatua de Hans Christian Andersen, y la entrada del famoso parque de atracciones, Tivoli.

Como era mediodia, pero todavía queríamos recorrer lo que nos quedaba de Copenhague, cogimos algo de comida en un chinabox, y en un puesto de salchichas, y seguimos caminando hacia el Palacio de Christianborg. 

Dicho palacio tiene una larga historia. Desde que se construyó el primer castillo en 1167, ha sufrido varios incendios y remodelaciones. Hasta 1794 era la residencia de la familia real danesa. Actualmente, es el Parlamento, y el único edificio del mundo, que alberga los tres poderes del pais: ejecutivo, legislativo y judicial.

Decidimos ir caminando en dirección al mar, y dar un paseo hasta la calle Nyhavn.

Allí, y como broche final de la visita, cogimos un barco, por 6 euros por persona, para ver Copenhague desde otra perspectiva diferente a la que llevábamos viendo dos días.

Es un recorrido muy agradable y en el que se ven algunos lugares de Copenhague, como la sirenita, Christiania y la Opera, entre otros.

Con este paseo, pusimos punto y final a nuestra primera parada en este viaje. Por la noche, cogimos un autobús, que en 8 horas nos dejaría en Oslo. 

Pero nuestra visita a la capital noruega, os la contaremos proximamente en otro post.

Babysapito.