-Pais: Estados Unidos (el viaje continuaría a Canadá)
-Ciudad/es: Seattle, Roslyn, Forks y Port Angeles
-Naturaleza: Lago Quinault. Hoh Rain Forest, La Push, Lago Crescent y Hurricane Ridge
-Fecha y duración del viaje: Del 29 junio al 4 de julio de 2010.
-Documentación necesaria: Para estancias menores a 90 días, no es necesario solitar ningún visado, tan sólo se debe tener un pasaporte de lectura mecánica, y rellenar el siguiente formulario online: ESTA, con una antelación mínima de 72 horas antes de llegar al destino. Los ciudadanos de los países que deberán cumplir estos requisitos son: Alemania, Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Brunei, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Mónaco, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa, San Marino, Singapur, Suecia, Suiza. Los ciudadanos de países Latinoamericanos, deberán consultar los requisitos de entrada en la embajada estadounidense de su país.
-Idioma: Inglés
-Moneda: Dólar
-Vacunas: No son necesarias
-Electricidad y adaptador: 120 V-60 Hz. Enchufes A y B.
-Diferencia horaria: Lo puedes mirar aquí http://www.diferenciahoraria.info
Llegamos a Seattle
Este viaje se trata de una ruta por el estado de Washington, conociendo Seattle y la preciosa naturaleza de este estado. Tras estos días de ruta en USA atravesaríamos la frontera hasta el vecino Canadá para visitar la Isla de Vancouver, Vancouver y Las Rocosas Canadienses, pero esto lo contaremos en otro momento.
Después de un vuelo largo con escala en Chicago (9 horas y 20 min de vuelo desde Madrid) llegamos a Seattle (4 horas y 25 minutos). Recordad que si llegáis de fuera de USA en el primer aeropuerto al que lleguéis aunque hagáis sólo escala y las maletas las tengáis facturadas a destino final, vuestras maletas y vosotros tendréis que pasar la aduana, por tanto, en Chicago pasamos las maletas por la aduana y al llegar a Seattle nos pasó lo que todo viajero teme al inicio del viaje, nos habían perdido la maleta, puafff!!! Sólo habíamos facturado una y llevábamos lo imprescindible en las dos maletas de cabina, pero aún así es un poco decepcionante empezar el viaje de esta forma. Al final os digo que no nos vino mal que nos la perdiesen porque la demora en la entrega de la maleta fue de 5 días y la compañía American Airlines en principio nos dijo que comprásemos lo esencial que nos indemnizaba con 300$ si presentábamos las facturas (al final presentamos facturas por 465$ y American Airlines nos ha pagado la cantidad completa), por si acaso American no pagaba también llevábamos el seguro que cubría pérdida de equipaje y la ropa que compramos era de abrigo (que llevábamos poca) y esa ropa nos vino genial durante el resto del viaje. Aunque sea como sea estábamos un poco preocupados porque la maleta no apareciese ya que llevábamos algunas cosas que nos hubiese dado pena perder.
Al llegar al aeropuerto de Seattle fuimos a la zona de empresas de alquiler de coche, en este aeropuerto no hay que coger bus para que te lleven, sino que las empresas están todas (al menos las más conocidas) justo frente de las puertas de salida, dentro del parking del aeropuerto, por lo que te desplazas andando hasta la zona. Llegamos a Álamo y sin ningún problema nos dieron el coche del que antes os hablé. Y aquí vino nuestra segunda preocupación, el GPS (que compramos el año pasado en USA y sólo habíamos usado el año anterior), no cogía la señal, así que tomamos el mapa que amablemente nos había dado el empleado de Álamo y como nuestro hotel sabíamos que estaba al lado de la Space Needle lo localizamos en seguida y llegamos a él a la antigua usanza, con mapa en la mano. Deciros que nos sorprendió el skyline de la ciudad desde la autopista, porque los rascacielos del Downtown están sobreelevados en una especie de promontorio y esto te deja una imagen preciosa (no tenemos foto de esto, pero quedó en nuestras retinas). Al final resultó que nuestro GPS era un poquillo perezoso y a partir del siguiente día y durante todo el viaje funcionó sin problemas.
Llegamos a nuestro hotel, [b]Travelodge Seattle By The Space Needle[/b] y nos gustó su ubicación justo al lado de la Space Needle y a 15-20 minutos andando del centro. El aparcamiento no es gratuito, tienes que pagar 10$/día por dejarlo en la zona de parking exterior, en la puerta del hotel, y no nos hizo mucha gracia ver un letrero en el aparcamiento donde ponía que no se hacían responsables del coche (jooo, entonces porqué te hacen pagar si ni siquiera te lo vigilan!!!).
Foto de la Space desde el hotel esa noche a la llegada:
Es un típico motel americano con habitaciones espaciosas (no excesivamente moderno en decoración), pero limpias, con una cama enorme y comodísima.
Llegamos agotados por lo que nos fuimos a dormir y al otro día tempranito, a las 5:30 am ya estábamos despiertos. Nos pusimos ropa de manga larga porque el día estaba encapotadillo y bajamos a tomar un desayuno (incluido) bastante bueno para ser un motel, había a parte de lo normal (tostadas, bagels, muffins, dulces…) fruta, salchichas y waffles que te los preparabas tú mismo en una maquinita.
Antes de las 8:30 ya íbamos camino al centro, andando, porque como dije estaba a 15-20 minutillos. Otra opción para ir es el famoso monorraíl, un tren rápido que va al downtown desde el parque Seattle Center por una pasarela sobreelevada por 4 dolares ida/vuelta (cada 10 min, de 9am a11pm) y que se toma al lado de la Space Needle. En toda la zona centro el transporte es gratuito pero la zona de la Space Needle (esta zona lúdica llamada Seattle Center), aunque esté muy cerca del downtown, no se considera centro.
Seattle fue fundada en 1851 cuando llegaron a Alki Point los primeros colonizadores blancos y recibe su nombre en honor de Noah Sealth, jefe de las tribus Duwamish capo y Suquamish, y mejor conocido como Jefe Seattle. Es conocida como “Rain City” (la ciudad de la lluvia”) o “Jet City” (por la influencia de las multinacional Boeing originaria y fundada en la ciudad). Seattle es famosa por ser la tierra natal de la música grunge también conocida como el sonido de Seattle, y de bandas que impulsaron ese movimiento a comienzos de los 90 como Nirvana o Pearl Jam; y es la ciudad natal del famoso guitarrista de rock Jimi Hendrix. Seattle se presenta como una ciudad emprendedora (sede de grandes multinacionales), ecologista, moderna y con habitantes que adoran un buen café y disfrutan de los deportes al aire libre en las múltiples zonas de las que disponen en el estado.
Si queréis ver imágenes de la ciudad antes de vuestra visita os recomiendo la película de Jennifer Aniston “Love Happens” rodada en Seattle y donde salen muchos de sus puntos de interés. Sale la ciudad tal como es, con ese ambiente tristón por el efecto de la lluvia, que a nosotros particularmente nos encanta.
El día empezaba nubladillo pero sin lluvia, cosa que nos gustaba, porque era como queríamos conocer esta ciudad, con su ambiente lluvioso y gris característico. Por el camino al centro íbamos, como se ve en esta foto, paralelos a las vías elevadas del monorraíl y dejando atrás la Space Needle (símbolo indiscutible de la ciudad).
Lo primero que visitamos fue PIKE PLACE MARKET, cuyo letrero luminoso es uno de los emblemas de la ciudad.
Merece la pena conocer este mercado y sus alrededores. Nos gustó ver geranios en Seattle, pero claro, aquí al estilo Yanki….rodeados de banderas de USA!!
Pensamos que lo mejor era ir al mercado temprano porque habría más gente comprando, pero no es así, a las 9 de la mañana algunos puestos se estaban montando aún, así que nos fuimos a dar una vuelta y ver otros lugares, para regresar a partir de las 11 am. Esta decisión fue genial porque a partir de esa hora el mercado estaba repleto y con un ambientazo tremendo (compradores, turistas, músicos callejeros..). Es un mercado como otros, pero merece la pena porque se aprecia la vida de esta ciudad que es un poco distinta a las del resto de USA, Seattle es una ciudad moderna, y como en todo el NorthWest, muy ecológica, verde y de gente que le gusta la vida sana y el deporte al aire libre. Y todo esto se aprecia paseando por la ciudad.
Las pescaderías son unos de los puestos más populares del mercado, donde los pescaderos gritan y se lanzan salmones salvajes típicos de la zona cuando un cliente se los pide; y donde puedes ver una variedad inmensa de pescados y unas gambas tan grandes como mi mano. En la planta primera (a nivel de la calle) hay pescaderías, pastelerías, fruterías y puestos de artesanía:
Por la zona de atrás del edificio hay unas cristaleras y terrazas con vistas al Puget Sound (bahía de Seattle, muy característica por sus entrantes y salientes de tierra/mar y sus islas) y la zona del Waterfront desde donde salen los ferrys que cruzan el Puget y sobre sus aguas podemos apreciar la típica neblina de la ciudad.
En la planta baja hay restaurantes y tiendas estrafalarias de lo más curiosas.
Empezamos tras la corta visita al mercado, que después reanudaríamos, nuestro itinerario a pie que teníamos trazado por la ciudad.
Como antes dije, el centro se encuentra como en un promontorio al lado de la bahía, por lo que sus calles empinadas y su ambiente un tanto europeo, recuerdan un poco a San Francisco:
Nos gustó la mezcla de edificios de la ciudad, con un contraste entre los bloques de viviendas antiguos de ladrillo y los altos rascacielos:
En nuestro paseo pasamos por el Seattle Art Museum, no entramos por la falta de tiempo (sólo teníamos un día para visitar la ciudad).
En el exterior puedes contemplar la escultura en movimiento con el martillo en la mano:
La BIBLIOTECA CENTRAL DE SEATTLE es el buque insignia del sistema de Bibliotecas Públicas de Seattle. Los 11 pisos (185 pies o 56 metros de altura) de vidrio y acero forman el edificio en el centro de Seattle, se abrió al público el 23 de mayo 2004. Puede contener cerca de 1,45 millones libros y otros materiales, tiene un estacionamiento público subterráneo para 143 vehículos, e incluye más de 400 computadoras abiertas al público. Se encuentra en el 1000 la 4th Ave, la manzana delimitada por las avenidas 4th, 5th, Madison y Sping St. La biblioteca cuenta con un aspecto único, sorprendente.
Por la calle ya podíamos divisar al completo el COLUMBIA CENTER, antes llamado Bank of América Tower o Columbia Center Seafirst, que despuntaba entre los edificios antíguos y modernos de la ciudad:
En la puerta está la escultura de Henry Moore “Three Pieces Vertebrae” que se encuentra en el exterior del edificio:
El Columbia Center o Bank of America Tower, es el rascacielos más alto en horizonte del centro de Seattle, así como el edificio más alto del Estado de Washington y de la región noroeste del Pacífico de América del Norte. De pie a una altura de 937 pies (285 m), fue el rascacielos más alto al oeste del Río Mississippi cuando la construcción se terminó, es actualmente cuarto en esa medida, el segundo edificio más alto en la costa oeste, y el vigésimo en Estados Unidos. La construcción de este edificio comenzó en 1982 y terminó en 1985.
Pensamos subir para tener una panorámica amplia de la ciudad, pero lo dudamos porque como el cielo estaba nublado no veríamos las montañas (MT Rainier y Montañas Olímpicas) pero como no lo vimos caro pues nos decidimos a subir. Cuesta 5$ (abierto de 8:30am a 4:30 pm) y nos gustó mucho. El observatorio está en la planta 73 y las vistas son a través de una cristalera pero sublimes. Si no queréis pagar el observatorio, en la planta 40 hay un Starbucks donde podéis subir y hay cristaleras con vistas que no son iguales pero sí gratis (tomar aquí un café es muy agradable).
Vista desde la planta 40:
Misma perspectiva desde el observatorio de la planta 73 (al fondo si el día hubiese estado despejado se verían las Montañas Olímpicas), como veis merece la pena subir:
Otras fotos desde la planta 73:
(La Space Needle):
(Estadios con deportistas entrenando)
Desde el observatorio hicimos unas bonitas fotos de la Smith Tower con Pioneer Square detrás:
Tras la subida nos dirigimos hacia la SMITH TOWER, esta torre está ubicada en Pioneer Square. Es el rascacielos más antiguo de Seattle. Terminado en 1914, la torre lleva el nombre de su constructor, magnate de la máquina de escribir y de armas de fuego Lyman Smith Cornelius, que convencido por su hijo y tras su estancia en New York decidió construirlo. Con un contenido de 38 pisos, fue el edificio más alto de oficinas al oeste del río Mississippi hasta que el Kansas City Power and Light Building fue construido en 1931. Seguía siendo el edificio más alto en la costa oeste hasta que la Space Needle lo alcanzó en 1962.
Llegamos a la zona de PIONER SQUARE, esta especie de plaza con edificios de ladrillos rojos es el punto más antiguo de Seattle, aunque la zona sufrió un incendio en 1889, “El Gran Incendio”, por lo que las seis manzanas de edificios datan de un siglo de edad restaurados. Estaba a punto de ser derribado cuando una iniciativa pública consiguió que entrase en el registro histórico. Luego llegaron las galerías de arte, las cafeterías, etc.
La autentica plaza Pionner es el triangulo formado por la calle Chevy y la 1st Ave, allí hay un totem de los indios tlingit que sustituye al original (quemado en 1890) y una pérgola, donde se dan cita los homeless.
Era temprano por lo que estaban limpiando la plaza y montando el escenario y ensayando para un concierto de Jazz que tenía muy buena pinta. Había algunos sin techo sentados en los bancos y unos cuantos curiosos.
La zona tuvo su auge durante el esplendor de la industrias madereras, después cuando estas empresas entraron en declive, la zona se convirtió en un suburbio y se llenó de vagabundos, ahora este lugar se ha remodelado y a nosotros nos da la sensación de barrio antiguo y decadente, donde como en muchas otras ciudades, los artistas y músicos han puesto su grano de arena para convertirlo en un barrio bohemio y de moda; y donde es agradable tomar un café en una terraza. Es una zona de nuevo de moda, pero aún quedan rincones algo “sombríos”.
Después de visitar esta zona nos fuimos de nuevo hacia el mercado paseando, esta vez, por la cera del WATERFRONT (todo el paseo marítimo que da a la bahía) y vimos partir los Ferrys que cruzan el Puget Sound:
Desde este lado trasero al mercado hay una escalinata o un ascensor que te permite subir de nuevo al mercado, como dije, a esta hora estaba mucho más animado por dentro y por fuera. Por fuera, en la parte anterior hay una pequeñita calle paralela a el mercado, llamada Pike Place (perpendicular a Pike St), que también se pone muy animada con gente, músicos callejeros, puestos de productos ecológicos (como veis en la foto), Etc…
Y en esta calle también está otro lugar de visita obligada, el PRIMER STARBUCKS. Sí, sí, aquí en este pequeño local, empezó esta franquicia de cafeterías conocida mundialmente.
Pensábamos tomar algo aquí pero era muy pequeño y no nos podíamos sentar cómodamente. Por lo que nos fuimos en otro Starbucks que hay en la siguiente esquina (frente al letrero luminoso del mercado central), que en principio lo habíamos confundido y pensamos que este sería el primero, aunque ya después encontramos el más antiguo.
Dimos una vuelta tras el descanso por la ciudad e hicimos alguna compra sin entretenernos mucho porque a las 14 horas tenía reserva para el lunch en el restaurante giratorio de la cima de la torre Space Needle. Así que nos encaminamos hacia esta zona.
El SEATTLE CENTER, que es como se conoce a toda esta zona situada en el barrio de Lower Queen Anne, es un parque de diversión, artes y entretenimiento. Se construyó para la Feria Mundial del 1962, también conocida como la "Exposición del Siglo 21", trajo a casi 10 millones de visitantes de todas partes del mundo para echar un vistazo al futuro. A lo que queda de este antiguo enclave futurista y resto de construcciones posteriores como museos, etc, se le conoce hoy como Seattle Center.
Su buque insignia es la SPACE NEEDLE,"Aguja Espacial", que ya ha perdurado como el símbolo de la ciudad. Esta torre de 605 pies no es que sea excesivamente alta, pero por el enclave en el que se encuentra te permite vistas impresionantes de 360º, incluyendo el Mt Rainier, la Bahía Puget Sound, las Montañas Olímpicas y Cascada, y la hermosa ciudad de Seattle.
Esta torre, tiene un restaurante elegante giratorio que ocupa la última planta y que bien merece una visita en un día sin nubes.
Entre otras atracciones en el Seattle Center se encuentran el Parque de Diversiones Fun Forest, tiendas, restaurantes en el Center House, el Children's Museum, el Pacific Science Center y el Experience Music Project, un museo único diseñado por Frank Gehry, que combina exhibiciones interactivas y explicativas que cuentan la historia de la música estadounidense. En esta foto se aprecia una vista del museo mientras el monorraíl pasa a través de él.
Queríamos subir al observatorio de la Space Needle y no es barato, cuesta 17 $ por persona, por lo que nos planteamos comer en el restaurante de la última planta, que al ser giratorio es algo novedoso y que si comes en él tienes gratis incluida también la visita al observatorio de la cima (este observatorio es al aire libre). Hay que hacer una consumición mínima de $25 por persona en almuerzo y $35 en la cena. Así que con toda esta información miramos por internet la carta del restaurante y vimos que el menú del lunch no era excesivamente caro para gastar esos 25$ como mínimo (ej Sándwiches a 26$), por lo decidimos reservar (por su web) y almorzar allí pasando un rato agradable. Al final gastamos mucho más de lo que pretendíamos, pero es que la comida tenía toda muy buena pinta y teníamos ganas de probar el salmón de la zona y la cerveza local (en este estado hay muy buena cerveza local y orgánica). Por cierto jp177, si lees esto decirte que preguntamos por la sopa fría de salmón como nos recomendaste, pero ya no la hacen, ¡qué lástima!
Llegamos a las 14 horas a la famosa torre, en el lobby hay un mostrador con unas señoritas a las que le das tu nombre de la reserva, te entregan un papel y pasas a esperar el ascensor para subir enseñando previamente al ascensorista dicha reserva. El ascensor tiene unas ventanas por donde vas viendo el paisaje durante el ascenso.
Como digo, el restaurante es circular, está todo rodeado de cristaleras para observar las preciosas vistas de 360º y como las mesas están todas encima de una plataforma giratoria circular, y dispuestas al lado de las ventanas, esto hace que en cada momento disfrutes de una vista diferente y el almuerzo sea una experiencia que merece la pena. Además, una hora antes el día comenzó a abrirse y se disiparon la mayoría de las nubes por lo que fue aún más fantástico. Fotos del restaurante y de las vistas desde la ventana:
Después de la comida, subimos al observatorio (de forma gratuita al tener reserva en el restaurante) por una pequeñita escalera que sale del restaurante y ya al aire libre contemplamos las maravillosas vistas:
Por fin, al disiparse las nubes, pudimos contemplar otro de los símbolos de Seattle, el Mt Rainier, una gran montaña de nieve que parece suspendida encima de las nubes y que en lo días despejados acompaña como otro integrante más al skyline de la ciudad. Según me ha explicado nuestro amigo jp177, hay una expresión muy de Seattle que es: "the mountain was out" y con esto quieren indicar los habitantes de la ciudad que el día esta despejado y que "hasta se ve el Mt. Rainier". Como veis en la foto, parece que la montaña está flotando en el cielo.
Después de esto, como el hotel estaba justo al lado, nos fuimos a descansar un poco, porque estábamos ya notando el madrugón.
Después de un rato de descanso cogimos nuestro coche y ya por fin nuestro amigo el GPS nos dio una alegría y cogió la señal (ya no volvió a fallar en todo el viaje). Fuimos a comprar algunas cosas que no habíamos traído deliberadamente como paraguas, una nevera de corcho (son muy baratas, 1,8$ y como en USA es gratis el hielo en los moteles y las gasolineras, es algo muy cómodo para llevar bebida fría siempre en el coche), etc; y otras cosas que nos hacían falta por la pérdida de la maleta (calcetines y cosas de aseo) y algo de comida para picar en los siguientes días de ruta. Otra vez jp177, nos dio sabios consejos y nos recomendó los supermercados Fred Meyers, que están en varios sitios de la ciudad y venden de todo. Por lo que pasamos la tarde de compras y de visita en coche por los barrios de la ciudad, algunos eran realmente bonitos, de los que no te importaría vivir en ellos.
Al caer la tarde decidimos ir a tomar algo, como ya he dicho Seattle es conocida por ser la cuna del grunge y por su ambiente musical, así que decidimos ir a unos de los locales emblemáticos de la ciudad, que cerraron durante un tiempo, pero que habían vuelto a reabrir, el [b]COCODRILE[/b] (2200 second Ave, en la esquina de la Segunda y Blandchard St). Yo ya había mirado su web y sabía que esa noche no había ningún concierto en directo, pero aún así nos decidimos a ir y cual fue nuestra sorpresa al encontrárnoslo cerrado ese día, ohhhh que pena!! Era miércoles, no sé si es que ese era el día de descanso.
En esa misma calle hay otros locales, en uno de ellos estaban dando un concierto de Jazz y nos quedamos un ratillo, finalizando de esta manera este magnífico día en la ciudad de Seattle que nos encantó.
Fábrica de la Boeing y Dr en Alaska
Amanece en Seattle un día lluvioso, pero hoy no nos importaba la lluvia porque es un día de ruta y pocos paseos a pie. Este día lo teníamos planificado como algo abierto, ni siquiera teníamos reserva de hotel en ningún sitio, así si el avión de llegada hubiese sufrido un retraso (con la lata que había dado el volcán Islandés tuvimos que tener planeada una vía de escape a los retrasos) hubiésemos tenido un día de colchón para modificar la visita a la ciudad y el inicio de la ruta. Por tanto la tarde de antes, con la visita a Seattle ya realizada y con los mapas de google con las distancias que traíamos en la mano; decidimos la ruta para ese día.
Las opciones que teníamos de visita para ese día eran:
-Lo único que teníamos planeado y reservado para ese día a las 9 am, era la visita a la fábrica de aviones de la Boeing, que se encuentra en un pequeño pueblo, a 30-40 minutos al norte de Seattle, llamado Mukilteo.
-Snoqualmie Falls (a 47 millas al sureste de Mukilteo), son unas cascadas que se visitan por su belleza y por estar ubicadas en el pueblo donde se rodó la serie de TV Twin Peaks. El pueblo por lo visto es curioso de visitar por ser un típico pueblecito americano con su estación de tren y su Main St. Pero unos días antes leí en el foro que, aunque las cascadas se podían visitar, el caminito de acceso a la zona estaba cortado.
-Roslyn, es el pueblo donde se rodó la serie de TV Doctor en Alaska (su título original es Northern Exposure), que a los más jóvenes no les sonará, pero a los mayores de 30 años nos enganchó con sus inteligentes diálogos y sus ingeniosos personajes. Esta era una opción que queríamos visitar sí o sí, porque nos hacía mucho ilusión pasear por este pueblo que tanto habíamos visto por TV.
-Comprar ropa en un Outlet, esto lo pensábamos hacer la siguiente semana al pasar por el pueblo de Tulalip (al norte de Seattle) antes de tomar el avión a Calgary, pero al no tener ropa de abrigo (que venía en la maleta que nos habían perdido), nos precipitaron la visita. Ir a Tulalip suponía subir más al norte del Mukilteo y, por tanto, salirse de la ruta, además a la siguiente semana pasábamos por allí y ya podríamos comprar otras cosas con más tranquilidad. Así que nos decidimos por el Outlet de North Bend, que está a 50 millas de Mukilteo en dirección sureste y está de paso para Snoqualmie y Roslyn.
-Visita al Mt Rainier, si queríamos ver los anteriores puntos, esta visita era imposible porque se salía mucho de la ruta, así que aunque sabíamos que era muy bonito, decidimos dejarlo para mejor ocasión.
Nuestro destino del día siguiente era la Península Olímpica o lo que es lo mismo, Olympic National Park. Esta zona dispone de sólo una carretera (es un espacio protegido), la 101, que recorre la península de de norte a sur, por tanto, para no repetir itinerario nosotros decidimos que entraríamos a esta zona desde el sur, desde el Lago Quinault, y seguiríamos hacia el norte los día sucesivos terminando la visita de esta zona en Port Angeles, donde tomaríamos el ferry a Victoria. La tarde antes llamamos a algunos hoteles que yo tenía anotados para reservar habitación en el Lago Quinault. Así que esta es nuestra ruta para este día (356 millas, 6 horas y 40 minutos):
B. Fábrica de aviones Boeing
C. North Bend Outlet (el punto rojo que señalo al lado es Snoqualmie Falls, pero decidimos no visitarlo)
D. Roslyn.
E. Lago Quinault (ya en Olympic NP)
Por tanto, después de desayunar en el hotel y de que la recepcionista nos hiciese el favor de llamar a American Airlines para preguntar por nuestra maleta perdida y para darles las nuevas direcciones de los hoteles a los que nos dirigíamos para que nos la enviasen; empezamos la ruta de ese día.
Al tener que hacer esta llamada, salimos un poco tarde, a las 8:05 am, teníamos reserva para ver la fábrica de la Boeing a las 9 am y aunque está cerca (23 millas), la carretera por la que tienes que ir, la interestatal 5, a veces sufre muchas retenciones. Pero al final, la carretera estaba en calma y en 35 minutos estábamos allí.
El tour que te lleva a ver la fábrica se llama “Future of Flight & Boeing Tour” y parte de un edificio con el mismo nombre, Future of Flight, situado en el 8415 de Paine Field Boulevard en la población de Mukilteo. El tour lo habíamos reservado previamente desde internet en esta página: http://www.futureofflight.org/planavisit.html#AdmissionTickets . El precio por reserva anticipada son 18$/persona (2.5$ más que si lo hacer en taquilla el mismo día), no sé si habría mucho problema en comprar el ticket en el momento, pero nosotros nos queríamos asegurar hacer la primera visita para tener más tiempo de hacer otras cosas durante el día y acertamos, porque cuando llegamos ya no quedaban entradas para el primer tour, el nuestro (el de las 9 am), y la gente que llegaba conseguía entrada pero para más tarde. En la web recomiendan comprar la entrada con antelación, porque a veces hay grupos grandes con reserva que agotan las entradas y te puedes quedar si ver la fábrica ese día.
Yo tengo que confesar que fui a hacer esta visita a regañadientes, eso de ver aviones no es algo que me fascine, pero a mi marido cualquiera lo dejaba sin hacer el tour, él estaba deseando hacer esa visita. Pero ahora, me alegro un montón de haber hecho el tour, es muy interesante ver todo el proceso de fabricación de esas gigantes máquinas voladoras y aunque la visita sea en inglés y no entendáis mucho merece la pena (yo entendía sólo algunas cosas y mi marido me traducía cuando quería, pero aún así me encantó, porque lo que ves con los ojos no necesita mucha explicación, te sorprende por sí mismo).
Llegamos al edificio de salida del tour, donde hay un gran aparcamiento gratuito para dejar el coche. Este edificio está a un par de kilómetros alejado de la fábrica en sí.
En el interior de este edificio están las taquillas, la tienda, un pequeño museo de piezas de avión y un observatorio en la planta de arriba desde donde se ven los aviones y las naves de la fábrica. Al llegar en las taquillas enseñas tu reserva y ellos te indican que te dirijas a una habitación donde entregas los pases, nos sorprendió la seguridad en esta sala, había hasta guardias de seguridad con perros. Allí te preguntan si te has leído las normas (vienen en la web que os he puesto), las más importantes son que no podéis llevar ni tomar fotos/videos, que la visita sólo es en inglés y que si lleváis niños tienen que medir más de 122 cm. De allí te pasan a una sala de cine donde te ponen una película de la historia de la compañía Boeing y el guía de la ruta se presenta y te explica un poco la visita y las normas en el interior de la fábrica. Allí mismo hay una puerta por la que sales al exterior donde el autobús que te lleva a la fábrica te estás esperando. Esta foto que pongo a continuación es de una zona de naves de la fábrica y está hecha con el angular desde el observatorio del primer edificio que antes os he comentado, porque de la visita, al no estar permitido, no tenemos fotos.
La visita comienza en el subterráneo de esas naves y te explican lo inmensamente grandes que son y todo el equipamiento en tuberías, cables, etc. que necesitan. Cuando vas andando por los túneles subterráneos es curioso, porque te dicen que te apartes a un lado, ya que por el lado van pasando gente corriendo haciendo deporte (son trabajadores que durante su tiempo libre o antes o después del trabajo, hacen deporte corriendo por esas galerías subterráneas, ¡ja,ja.. qué cosas!).
Subes unos cuantos de niveles en un ascensor enorme (cabíamos las 50 personas que íbamos en el autobús) y llegabas a unas pasarelas superiores donde desde arriba vas viendo la fábrica. Te van llevando a varias naves y vas viendo poco a poco y desde el inicio como construyen los aviones. En principio ves las piezas principales, como las montan y después vas viendo las naves donde están ya ensamblando poco a poco los aviones. Las naves son inmensas para que entren y salgan los aviones; quepan las plataformas de montaje y varios aviones se estén montando a la vez. Es curioso porque ves a los trabajadores moviéndose de un lugar a otro dentro de la nave en bicicleta y hay un montón de cafeterías para abastecer las comidas de tantísimos empleados. Después te llevan a las áreas de pintura y a las zonas donde están los aviones terminados. La visita dura 90 minutos y vas bajando y subiendo del autobús para desplazarte cada dos por tres porque todo es enorme, lo que más impresiona es el tamaño de las puertas de las naves, te sientes como una hormiguita delante de ellas.
Al terminar la visita, el autobús te devuelve al edificio del Future of flight y allí puedes ya tranquilamente comprar en la tienda o subir al observatorio desde donde se ve la fábrica, los aviones terminados (todos hechos por encargo y ya con el logotipo de cada compañía compradora como se ve en la foto) y la pista aérea donde se ve como prueban los nuevo aviones:
En la planta inferior de este edificio, como se ve en la primera foto, hay un pequeño museo/exposición de distintas piezas de avión y de sus características y funcionamiento (aquí ya sí se pueden hacer fotos):
Turbinas, incluso te puedes subir para hacerte la foto dentro como este señor (nosotros nos subimos los dos y cabíamos ambos con los brazos abiertos):
Secciones y materiales de un avión:
Cabina, en la que puedes entrar y toquetear todos los botones y palanquitas como ella:
Así que contentos por la visita emprendimos al camino hacia nuestro siguiente destino, el outlet para comprar la ropa de abrigo. Para llegar a North Bend y después a Roslyn, como veis en el mapa hay que atravesar la autovía 90, preciosa carretera que atraviesa la espesura de bosques y montañas de Snoqualmie y Wenatchee Nacional Forest, donde sorprendía ver las nubes entre los árboles de las altas montañas:
Llegamos sobre las 12 y pico de la mañana al Outlet de North Bend, un pueblo precioso enmarcado entre montañas. Os recomiendo que os inscribáis en esta página y os imprimáis los tickets de descuento y el ticket para pedir otro librito con descuentos que te dan allí en la oficina de información. Nosotros una vez allí comparamos los tickets impresos desde casa y los descuentos que tenía el librito que nos dieron y usamos los que más ventajosos eran (para una misma tienda los descuentos pueden ser distintos y hay tiendas que no tienen descuentos para imprimir y sí vienen después en el librito). Como a los pocos días visitamos el Outlet de Tulalip, os puedo decir que ambos son parecidos en precios (aunque en el de Tulalip vimos más ofertas porque habían empezado ya las rebajas), pero si hay que elegir yo iría al de Tulalip porque es más grande. Y a las 14 horas ya con nuestra ropita de abrigo partimos más al este hacia Roslyn.
Llegamos a Roslyn, un pequeño pueblo minero de alrededor de 1000 habitantes, como cualquier otro de la región:
Lo que lo hace diferente es haber sido el escenario de “Cicely”, el pueblo en el que transcurrió toda la trama de la serie de TV “Doctor en Alaska” ( o “Northern Exposure” en inglés). Como veis esta serie no se rodó en Alaska, sino en este pequeño pueblo del estado de Washington y fue aquí donde el Dr Joel Fleischman (un médico judío, neoyorquino, ingenioso y algo snop) y el resto de personajes sencillos y a la vez excéntricos, paseaban por sus calles; mientras que los seguidores como nosotros, nos reíamos con sus historias muchas veces inverosímiles. Por lo que lo primero que buscamos fue esa avenida en lo que toda la vida de la serie transcurría, Pensilvania Ave y la encontramos:
Y allí estaba, el Roslyn Café, el Village Pizza, la consulta del doctor (que ahora es una tienda de regalos)…, en fin todos los lugares por donde se paseaba el moose solitario en el inicio de cada capítulo:
Aunque ya hayan pasado unos cuantos de años de la finalización de esta serie, aun se pueden ver unos cuantos turistas, según dicen cada vez menos, comiendo en sus restaurantes y paseando por el lugar. Había carteles del festival que aún perdura cada julio sobre la serie:
Y tras tomarnos una súper hamburguesa nos fuimos hacia el otro extremo de la calle, donde estaba la KBHR (Minnifield Comunications), la emisora de radio desde la que se retransmitía la vida de Cecely cada mañana en “Chris in the Morning”. Todo exactamente igual, hasta la cristalera donde se apreciaba el micrófono y el desorden.
Salimos de Roslyn con lluvia en dirección a Lago Quinault, pensábamos parar en Snoqualmie Falls pero menos mal que no lo hicimos porque lo que iba a ser un viaje de cómo mucho 4 horas, por culpa del tráfico se convirtieron en más de 5, había una retención tremenda en la I5, que llegaba desde Seattle a Olympia (capital del estado), ufff ya estábamos desesperados en ese tramo. Por el camino bordeamos Tacoma (donde vimos el Tacoma Dome como un centro de convenciones con forma de pelota gigante), Olimpia (donde divisamos la cúpula de su capitolio) y atravesamos Aberdeen donde pensábamos parar pero nos pareció un pueblo muy deprimente y no teníamos mucho tiempo. Al pasar esta última ciudad el paisaje empezó a cambiar y la carretera quedó envuelta entre pinos enormes, algo realmente bonito.
Llegamos al hotel del lago Quinault ( http://www.rainforestresort.com/ ) a las 9:20 pm, la señora el día anterior por teléfono nos dijo que como íbamos a llegar tarde y ellos cerraban a las 9 nos dejarían las llaves en la puerta, pero no entendimos que quería decir muy bien con esto y al llegar estaba ya un poco oscuro, había muchas casetas y teníamos la boca tan abierta de lo bonito que era todo que no reaccionábamos. Estábamos rodeados de pinos preciosos y en frente teníamos una vista espectacular del Lago Quinault, como digo no nos esperábamos esto porque este hotel lo reservamos la tarde anterior y no esperábamos que el entorno fuese tan bonito.
Ya cuando dejamos de alucinar, vimos un sobre pegado en la puerta de recepción, dirigido a nosotros con la llave y un mapa del recinto donde te indicaba la habitación. El recinto estaba compuesto por un restaurante (Salmon House), cabañas individuales entre los pinos y por un edificio de dos plantas de habitaciones, nosotros elegimos la opción más barata (105 $), una habitación en el edificio de madera de dos plantas y nos dieron una genial (la 201), ubicada en la segunda planta y con una cristalera enorme que quedaba justo en frente de la cama y unas vistas al lago estupendas. La habitación por dentro estaba muy bien era entera de madera, tenía calefacción y baño completo:
Aquí podéis ver la maravillosa vista de la que disfrutamos la mañana siguiente sin ni siquiera levantarnos de la cama:
Habíamos comido demasiado en el almuerzo por lo que no teníamos hambre y la lluvia ya había cesado por lo que comimos algo de fruta contemplando los patos en el lago envueltos por un agradable olor a pino.
Forks, tierra de vampiros
Quien lea el título de esta etapa y el del diario podría pensar que soy una fan incondicional de la saga de vampiros adolescentes “Crepúsculo” y, en parte, podría llevar algo de razón…. Mi viaje en principio se planteó solamente como una visita al Oeste de Canadá, pero tras leer en el foro de Los Viajeros la crónica de viaje que nos hizo el pasado año nuria70, los comentarios de jp177 acerca de las maravillas del Northwest de USA y debido a la cercanía de esta zona con Canadá; decidimos incluirla en el mismo paquete. Así que como decían que en esta zona (Península Olímpica) era donde se había rodado la película Crepúsculo, decidí ver la peli y, para que lo voy a negar, me enganchó, ja,ja!! y fueron cayendo uno detrás de otro los libros y las películas. La discusión acerca de la trama vampírica la dejaremos para otro momento, pero no me podéis negar, los que habéis visto las películas que no os habéis enamorado de los paisajes que en ella aparecen. La novela, aunque con argumento imaginativo, está basada en zonas reales de la Península Olímpica: Forks (uno de los pocos pueblos que hay en el área y donde vivía la protagonista), La Push (reserva india de los indios Quileutes), playas del Océano Pacífico, bosques de lluvia (como el Hoh Rain Forest) autóctonos de la zona, Port Angeles (población más grande del área)….
A mí la Península Olímpica, zona más lluviosa de USA (de ahí que los vampiros se asentasen en ella al no poderles dar la luz del sol :wink: ) me enamoró en ese momento y este viaje no ha hecho más que corroborar ese enamoramiento. Es una zona no excesivamente turística, por el boom mundial de los vampiros pensé que todo estaría lleno y no ha sido así, es un área rural muy de la “América profunda”, donde no vimos ni a un solo europeo y donde hicimos senderos adentrándonos en la vegetación totalmente solos, hablamos con gente local y pasamos unos días increíbles.
Hoy nos adentraríamos para recorrer todo ese territorio donde estos refinados vampiros “vegetarianos”, que por su elección demostraron no tener ni un pelo de tontos :mrgreen: , habían decidido por su belleza, su lluvia y su cantidad de animales; montar en estos parajes su residencia habitual. Pues bien, nosotros ese mañana como os explicaba, despertamos en el Lago Quinault con esa maravillosa vista desde la cama. Fuimos a mirar si el restaurante de al lado, Salmon House, estaba abierto para desayunar, pero no lo estaba tan temprano, por lo que dimos un paseo alrededor del lago e inspeccionamos un rato entre los pinos que había tras las cabañas:
Era temprano cuando nos fuimos por lo que aún no habían abierto la recepción, así que dejamos la llave en un buzón habilitado para ello y nos encaminamos a conocer el resto de parajes del Lago Quinault. Esta era nuestra ruta en la zona:
Si miráis el mapa veréis que nuestro hotel (1) estaba en la South Shore Road y las zonas de senderos que queríamos visitar (4 y 5) estaban en North Shore Road (en la otra orilla del lago). Antes de salir de la carretera y a dos kilómetros de nuestro hotel, vimos el hotel Lake Quinault Lodge (2) y en frente una gasolinera, cómo necesitábamos repostar y desayunar; y no vimos esa zona muy poblada decidimos hacerlo allí mismo. Aunque después vimos, que en la zona de la carretera 101 al atravesar Amanda Park (3) (oeste del lago), por donde hay que pasar para llegar a la zona de senderos, también había restaurantes y gasolineras.
Pero bueno, no nos arrepentimos de desayunar en este sitio. El Hotel Quinault Lake Lodge está ubicado un edificio histórico de 1926, con un estilo de época muy bonito y un restaurante con cristaleras que, como veis en la foto, tenía unas bonitas vistas al jardín y al lago (las cristaleras estaban un poco empañadas).
Nos recordó un poco al Lodge de vacaciones de la película Dirty Dancing (ja,ja!! es que en USA todo te recuerda a películas o series). Desayunamos un completo y abundante desayuno americano: café, zumo, panqueques y huevos con bacon. Antes de entrar, pensamos que nos costaría muy caro y no fue así; nos costó 15$ por persona, que es más o menos lo que allí se paga en cualquier ciudad por un desayuno completo como este y aquí disfrutamos de un marco precioso. Normalmente en USA nos gusta adaptarnos a sus costumbres y horarios culinarios (desayuno contundente, almorzar ligero y cenar temprano más fuerte); así se aprovecha mejor el día sin perder el tiempo en el almuerzo y a la hora de cenar encuentras los locales abiertos (cenar allí a partir de las 9:30 es imposible en algunos sitios).
Con la barriguita llena nos fuimos a hacer nuestro primer sendero , Big Cedar Trail (4), es un pequeño camino de ida y vuelta (700 m total), donde te adentras por un sendero y unas escalinatas de madera entre la espesa vegetación llena de helechos, musgos y como veis en la segunda foto árboles inmensos derribados (el brazo azul que está apoyado en la raíz es el mío, yo estoy de pie, mido 1,74 y tengo el brazo levantado, así que haceros una idea del tamaño del arbolito…..).
Por el camino nos encontramos dos parejas más y una de ellas eran dos mujeres que en los sucesivos días nos encontramos varias veces haciendo las mismas rutas que nosotros y siempre nos saludaban y nos comentaban algo interesante (¡qué simpáticos son los americanos!!). El final del sendero es cuando, como su nombre indica, llegas al cedro gigante. Estas mujeres nos dijeron que no nos quedásemos sólo en la parte delantera del cedro sino que le diésemos la vuelta porque en el lateral derecho tenía una gran entrada por donde podías entrar dentro del árbol y hacerte fotos. En el interior del árbol cabían unas 10 personas de pie como veis es la segunda foto.
Después de esto seguimos un poco más adelante por la carretera de la orilla norte de lago y llegamos a nuestro siguiente punto para hacer senderos(punto 5 del mapa anterior):
Como veis en el mapa, aparcamos el coche en el aparcamiento de la Estación de Rangers y nos dimos cuenta que éramos los únicos que estábamos allí. Entramos en la oficina para que nos diesen alguna información y allí había una ranger muy simpática, que nos animó a que hiciésemos los dos senderos ya que eran bonitos, fáciles y se podían hacer seguidos (0,5 millas y 1,3 millas). Fue muy gracioso porque le preguntamos qué animales podíamos ver y nos empezó a explicar el animal en cuestión pero nosotros no la entendíamos (pensábamos en osos, ciervos o pumas) y al final resulta que a lo que se refería con tanto entusiasmo era a las babosas, y nosotros dijimos, ¿¿¿cómo?? ¿¿Babosas???, ja,ja!! Y pensamos que para ver babosas no habíamos cruzado el Atlántico!! Ja,ja!!, pero claro no se lo dijimos, simplemente le dijimos como se decía la palabra en español, y la dejamos apuntandola para cuando llegasen otros españoles explicarlo mejor y repitiendo en voz alta algo así como "babaaaoossa" ( a la señora le gustó como sonaba :mrgreen: ). Así que ya sabéis, si no habéis visto nunca babosas acercaros al Lago Quinault….., ya sin bromas, por lo visto las babosas de la zona son diferentes a las nuestras y aparecen incluso en los folletos de información (unas son amarillas y otras negras con la colita amarilla). Ja, ja!! si la pobre señora supiese los pisotones que yo de pequeña le he dado en mi pueblo a estos animalillos, le daba un infarto.
Nos adentramos en este sendero que es un ejemplo de bosque de lluvia (Rain Forest) de la zona, los bosques de lluvia son bosques densos en vegetación y musgos que se dan en zonas con un clima especial y lluvioso, apareciendo formaciones de musgos colgantes y vegetación arraigada en los árboles que te hace tener la sensación de estar en un paisaje de cuento. El bosque de lluvia más conocido de la zona es el Hoh Rain Forest (que visitaríamos también ese día), pero este, el Quinault Rain Forest, no lo desmerece:
Y durante nuestro paseo, ahí estaba, nos topamos con una de ellas ¿y quién después de la anécdota no le hacía una foto? , pues sí, era una auténtica babosa de la Península Olímpica paseando tranquilamente por el húmedo suelo:
La ranger también nos dijo que por el río se podían ver salmones bebés, pero imagino que esto sería en otra época y no la entendimos bien; porque cuando llegué al río con toda mi ilusión para ver los salmoncitos “en pañales” me encontré el río más seco que la mohama….. Lo días sucesivos ya leímos el ciclo de los salmones de la zona, es muy interesante (os lo explicaré más adelante) y este fenómeno se da en otoño.
Después de este agradable paseo proseguimos nuestro camino hacia el norte por la carretera 101, que es impresionantemente bonita, sólo ves el asfalto y una columna de pinos altísimos flanqueando tu marcha. Una parte de esta carretera transcurre al lado del Pacífico y a su paso irás viendo varios carteles que anuncian diferentes playas. Nosotros nos paramos en una de las más conocidas, Ruby Beach, a 36 millas del Lago Quinault. Al llegar hay un mirador desde donde contemplas la playa con sus troncos varados en la orilla y sus rocas enclavadas en el mar:
Bajas por un corto sendero a la playa donde puedes pasear saltando de tronco en tronco y puedes meter un poco los pies en remojo, pero sólo los pies, porque el agua está helada:
Este día la marea no estaba muy alta por lo que podías acceder caminado a la base de la primera roca que en ocasiones debe de estar en parte cubierta por el mar y allí podías observar multitud de mejillones pegados, estrellas de mar (yo era la primera vez que tocaba una de ellas y no me la imaginaba tan blanda) y plantas acuáticas; una imagen muy bonita:
Tras un rato sentados en un tronco contemplando el mar, partimos dirección a Hoh Rain Forest. Para llegar a este lugar tienes que seguir por la 101 y a 13 millas de Ruby Beach desviarte a la derecha por la Upper Hoh Road y continuar por esta carretera paralela al río Hoh durante 18 millas más. A mitad de esta carretera está el puesto de entrada de los rangers de Olimpyc National Parks, donde tienes que comprar o si ya lo tienes, enseñar el pase de Parques Nacionales de USA (nosotros lo teníamos del año anterior, tiene un año de duración y cuesta 80$ con derecho a visitar todos los PN de USA; también hay entradas diarias y semanales). Fue el primer sitio donde nos pidieron el pase (en Quinault no nos lo pidieron).
Hoh Rain Forest es el bosque de lluvia más conocido, más variado en vegetación y el más visitado (aquí ya había más senderistas).
Hicimos el Mini trail, el Spruce Nature trail (sendero que se acerca al rio Hoh) y el Hall of mosses (como su nombre indica, salón de musgos, con estanques y arboles cubiertos de esta manta verde). En estas fotos podéis ver la variedad de estampas verdes de la zona:
Cuando terminamos la caminata empezó a chispear un poquillo y al lado del Centro de Información sentados a cubierto, nos comimos nuestra fruta y yogurt del almuerzo (en nuestra neverita de corcho blanco que compramos en Seattle y cubierta con el hielo gratuito de los hoteles, llevábamos la bebida y los tentempiés siempre fresquitos en el coche). Allí en el recinto de Hoh no hay ningún restaurante, sólo vimos uno pequeño unos cuantos de kilómetros antes, en la Upper Hoh Road.
Tras un poco más de dos horas que duró la visita, cuando nos disponíamos a salir del recinto justo al lado del río vimos una pequeña manada de 6 alces de Roosevelt (más oscuros y grandes que los Elks de las Rocosas), son los alces típicos de la región y se llaman así porque el presidente Theodore Roosevelt los protegió en 1909 de la caza excesiva. Sólo los machos tienen cornamentas y en este grupo no había ninguno. Me hizo mucha ilusión verlos porque según leí no son muy fáciles de ver.
Llegamos a Forks más o menos a las 5 de la tarde. No os perdáis en las dos entradas del pueblo (la norte y la sur), haceros las fotos en el típico cartel de bienvenidos a Forks (el de la entrada norte es el que sale en la peli, pero la figura de madera con el oso y el leñador que salen también en la peli están al lado del cartel de la entrada sur, yo no tengo foto de esto último sólo se ven los pies del leñador de esta estatua debajo del cartel de mi foto). Mi foto es del de la entrada sur, por donde entré y justo al lado está el centro de visitantes del pueblo donde os pueden dar información y os podéis hacer la típica foto en la camioneta Chevy de Bella que tienen aparcada en la puerta para tal fin:
Bienvenidos a Forks!!
Llegamos a nuestro hotel en Forks que está en la mima 101 y está muy céntrico. El Forks motel (http://www.forksmotel.com/), es un típico motel americano, donde aparcas el coche en la puerta de tu habitación . Hicimos el chekin y nos fuimos a dormir una siestecilla pequeña, porque este año el jet lag nos estaba dando más fuerte y a las 5 am todos los días estábamos con los ojos como platos por lo que estábamos un poco cansados al dormir tan poco. Este hotel es muy familiar tiene piscina, lavandería donde tú mismo puedes hacer la colada, habitaciones amplias con frigorífico, mesa, sillas y cafetera. Hacía un bonito día soleado y la gente estaba en la piscina, pero os confieso que yo por un momento tuve que conectar la calefacción.
En la recepción del hotel nos dieron un mapa con las localizaciones reales del pueblo que salen en el libro de Crepúsculo, como digo en el libro, no en la película, las de la película son parecidas pero no son exactamente esas (los bosques, las calles, las carreteras, las playas…. que vimos durante ese día, sí son los que salen en la película).
Instituto de Bella y Edward Cullen, esos días en reparación (está a la espalda de nuestro Hotel):
Comisaría de policía/Ayuntamiento, donde trabajaba el padre de Bella:
Hospital donde trabajaba el Dr Cullen:
Casa en la que se inspiró la autora para recrear la casa de Bella:
Después del paseo fuimos a comprar algunas cosas al único supermercado del pueblo (este también aparece en la ruta porque anexionado a él está la única tienda de montañismo del pueblo (donde Bella trabajaba en el libro). Allí en la panadería os recomiendo que compréis unas cajas con 6 muffins enormes (sin marca) que valen menos de 6$ y están de muerte.
Alrededor de las 7 de la tarde dimos un paseo por la calle principal (que es la misma carretera 101 que atraviesa todo el pueblo), donde había una especie de fiesta de jóvenes con música, venta de pasteles, etc. Y cenamos en uno de los restaurantes que hay frente del hotel una ensalada Caesar buenísima (no recuerdo el nombre) y nos tomamos una cervecita local de la zona, que como os comenté son orgánicas por lo que tienen un sabor especial, pero están muy buenas.
LA PUSH (territorio de lobos Quileutes)
Amaneció en Forks otro precioso día soleado. En esta ocasión decidimos desayunar en la habitación del hotel café, leche con cereales y demás cosas que habíamos comprado la tarde anterior en el supermercado. Como os dije el motel estaba hecho para viajar en familia y en la habitación había frigorífico, microondas, cafetera y una mesa para poder comer delante de la ventana.
Nos decidimos a emprender la marcha no sin antes dar un paseo por el pueblo en coche y parar de nuevo en el super para comprar algunas cosillas que se nos habían olvidado el día anterior.
Nuestro destino de hoy era La Push, territorio que aunque se encuentre dentro de la Península Olímpica no pertenece a Olympic NP, ya que es una reserva india perteneciente a la tribu de los Indios Quileute. Su nombre viene del frances “la bouche” (la boca) y se refiere a su enclave, ya que esta zona rodea al río Quileute y su poblción La Push está en la desembocadura (boca) de este río al océano Pacífico. Queríamos conocer esta población porque gracias a la saga Crepúsculo se ha hecho mundialmente conocida por albergar a los hombres lobo quileutes y porque posee unas playas con entornos naturales preciosos.
Salimos de Forks en dirección norte por la 101 y a un par de kilómetros te tienes que desviar a izquierda para tomar La Push Road. Seguimos por la carretera y entonces, como veis en el mapa, llegamos a Three Rivers Resort, que es como una especie de poblado donde hay una gasolinera en la cual aprovechamos para repostar (os sugiero repostar en Forks, la gasolina es más barata). En la pared de la gasolinera ya podéis ver los primeros indicios del efecto de Crepúsculo en la zona (según la novela esta era un área prohibida para los vampiros). Tras repostar, en vez de tirar para el poblado de La Push, decidimos ir primero a la playa de Rialto y para ello, como veis en el mapa, hay que tomar la carretera de La Mora Rd (explico esto detenidamente porque he visto que en los hilos es motivo de dudas). Atravesar esta carretera es toda una delicia:
Antes de llegar a la playa hay un mirador donde os recomiendo parar ya que hay unas vistas preciosas de la desembocadura del Quileute River (por cuyo cauce se dejan arrastrar los enormes troncos) y de la playa de Rialto al fondo:
La playa es muy bonita y es la elegida para muchas de las escenas de la película Crepúsculo:
Desde aquí volvimos a desandar lo recorrido y volvimos a tomar La Push Road. A la izquierda de esta carretera hay diversos carteles que te indican las entradas a las playas 3 y 2, también muy bonitas de conocer, pero que ante la falta de tiempo decidimos ignorar. Llegamos a La Push cuando eran las 11 y pico de la mañana buscando como locos algún sitio donde estuviesen retransmitiendo la World Cup (de ahí nuestra falta de tiempo), ya que unos minutos antes había empezado el partido España- Paraguay, pero que va, el pueblo es pequeñísimo sólo hay unas cuantas de casas y hoteles y de retransmisión nanai de la China. Por lo que ya nos hicimos a la idea de que no veríamos el partido y nos fuimos a ver la playa 1, que está en el pueblo y que como podéis ver en la foto está a la espalda de la playa de Rialto a la que no se puede acceder a pie porque lo impide la desembocadura del río Quileute que las separa (esta playa no es tan bonita como la anterior ya que está en una zona habitada y además está algo dejada).
Al salir de La Push, la cual decepciona un poco porque son cuatro casas, hay un hotel donde nos paramos a preguntar si retransmitían los mundiales (también nos dijeron que no) y que os pongo aquí su cartel por si a alguien le interesa alojarse en él, tiene buena pinta, aunque yo sólo os recomendaría alojaros aquí si os pilla de paso (Forks está mucho mejor situado).
Pues bien, seguimos nuestro camino hacia el norte por la 101 y cuando nos entró un poco de hambre decidimos parar a comer en un sitio bonito al aire libre y lo hicimos a orillas del lago Pleasant (un bonito lago que queda a menos de un kilómetro de la 101) en unas mesas de picnic.
Nuestra siguiente zona de visita era Sol Duc, como su nombre indica es todo el área que recorre el río Sol Duc y por tanto, dejamos la 101 para adentrarnos en la Sol Duc Rd.
El primer punto donde paramos fue en la Cascada del Salmón. Es una pequeña cascada que hace el río y por donde puedes ver salmones en la época de cría. Como os dije, los salmones tienen un ciclo muy curioso: vienen del Océano, suben por el río en otoño, en las zonas de remanso las hembras ponen los huevos y los machos nadan cerca para fertilizarlos muriendo unos días después; los salmoncitos cuando desovan, nadan río abajo en primavera y cuando van a cumplir su ciclo vital vuelven de nuevo a este río para fertilizar y morir.
Seguimos adelante y paramos en la estación de rangers para informarnos de las condiciones del sendero que queríamos hacer:
Decidimos hacer el Lover´s Lane Trail, un sendero que si lo haces completo, es de más de 10 kilómetros. Así que aparcamos el coche en el Hotel Sol Duc Hot Spring, un Hotel/Balneario que dispone de aguas termales y unas enormes piscinas para disfrutar de un baño (aunque no estéis alojados si queréis bañaros podéis pagar y entrar). El sendero comienza por la espalda/lateral de este hotel y aunque el camino largo es sencillamente espectacular, lo pasamos genial, el primer tramo tiene una vegetación de un verde más claro y nada más entrar nos encontramos un pequeño ciervo:
Sólo nos cruzamos con unos cuantas de personas que venían a la inversa. Poco a poco el sendero se hizo diferente cambiando la tonalidad de los árboles y la vegetación:
Llegamos a un tramo donde empiezas a acercarte al río y varias veces puedes bajar a él y subirte por sus piedras:
Poco a poco vas ascendiendo siempre sin perder el cauce del río como guía:
La parte central de este trail culmina al llegar a las Sol Duc Falls, este día con arco iris incluido (unas cascadas preciosas que ves sobre un viejo puente de madera):
Después empiezas la bajada junto al río:
Nosotros seguimos el trayecto largo hasta llegar al Camping y de aquí ya andando por la carretera hasta el parking del hotel donde teníamos el coche. Mucha gente hace la versión cortita de este trail, es decir, aparca el coche en el lugar señalado en el mapa como Sol Duc Trailhead va a las cascadas y se vuelve. Nosotros en hacer los más de 10 km de la versión larga del trail, tardamos 2 horas 40 minutos y es un recuerdo que llevaremos grabado siempre, nos encantó.
Algo cansandos tras esta caminata nos volvimos a la 101 y nos encaminamos al lago de la media luna roja o lo que es lo mismo el Lago Crescent, pensábamos hacer senderos en él pero al estar tan cansados decidimos sólo hacer visitas panorámicas. Aquí os dejo el pdf de los senderos en el lago:
http://www.nps.gov/olym/planyourvisit/upload/Lake%20Crescent.pdf
Nos quedamos impresionados al ver el enorme tamaño del lago, que es bordeado por la 101 durante muchos kilómetros. Paramos en la zona del Lago Crescent Lodge, un hotel ubicado en un edificio de 1916 realmente encantador y nos sentamos un rato en el embarcadero contemplado las vistas:
Llegamos a Port Angeles sobre las 6 y pico de la tarde. Esta es una pequeña ciudad ubicada en una pequeña loma a orillas del mar y flanqueada a su espalda por la barrera montañosa de los montes Olímpicos. Fotos de la ciudad y de la torre del Ayuntamiento:
Llegamos al hotel y nos dieron la buena noticia de que la maleta perdida llegaría esa noche o al día siguiente (al final llegó la tarde siguiente). El hotel nos gustó mucho. Lo elegimos por su ubicación (en el centro, al lado de las celebraciones del 4 de julio y junto al ferry), por sus buenas críticas en el tripadvisor y por su buen precio: http://www.portangelesdowntownhotel.com/ Tiene unas bonitas habitaciones con mucha luz y con lavabo; el personal es muy amable y su único inconveniente es que los servicios son compartidos (pero están muy limpios).
Descansamos un rato y nos arreglamos para ir a cenar al restaurante Bella Italia, es el restaurante en el que la autora de Crepúsculo se inspiró para la primera cena de Bella y Edward. Reservé por internet un mes antes, y menos mal, porque eran las 21 horas (muy tarde para cenar en USA) y aún así el restaurante estaba lleno y con gente que llegaba y se les decía que estaba completo.
Pedimos ensalada, el especial de la casa (Raviollis a la Bella), pizza, cervezas locales y postre y nos costó 50$. La pizza era con pesto y no estaba muy buena; pero pasamos un buen rato tranquilamente en el local y fue un buen colofón final para ese magnífico día.
Happy 4th of July
Decidimos esta mañana de fiesta en USA, 4 de julio (día de la independencia), ir a desayunar y salir a la calle. En el restaurante de abajo, Corner House, vimos un ambientazo tremendo de gente local. Había desayunado policías, gentes de todas las edades, con camareras con delantal y cafeteras en la mano (lo típico de las películas); en fin, que nos gustó tanto que no buscamos más y nos tomamos allí un enorme desayuno americano riquísimo. El local estaba todo adornado con banderas, todo el mundo tenía alguna prenda de vestir con la bandera americana (camisetas, gorras…) y hasta un viejecito en su bastón llevaba enrollada la bandera americana (eso es amor patrio).
Como hasta las 5 pm no tendría lugar el desfile, decidimos hacer las visitas que teníamos planeadas por la mañana y nos fuimos hacia Hurricane Ridge.
Huricane ridge es una zona montañosa a 15 kilómetros de la ciudad, con preciosas praderas alpinas, montañas llenas de pinos y unas vistas magníficas de todo el Puget Sound. El día estaba nublado y sabíamos que las vistas no serían muy buenas, pero aún así emprendimos la marcha.
Como podéis ver en el mapa del pdf de senderos de la zona, nosotros nos dirigimos directamente al último parking para emprender la subida a la cima haciendo el sendero llamado Hurricane Hill, unos 5 kilómetros con ascenso (ida y vuelta). Inicio de sendero:
Es un sendero precioso que recomiendo a todo el que visite la zona porque es muy diferente a todo lo que habíamos visto en el estado. La primera parte del sendero te lleva a contemplar a la izquierda praderas alpinas con bonitas flores y alrededor altas montañas con las cimas llenas de nieve:
Al ir ascendiendo ya empiezas a ver las praderas cubiertas de nieve y aunque en ese día había por zonas bastante niebla, aún se podían ver algo de las montañas al fondo. Llega un momento que el sendero deja de estar flanqueado por praderas y te adentras en la montaña a través de los pinos de las zonas más altas. Nos gustó además muchísimo esta zona porque en ella vimos muchísimos animales, sobre todo ciervos, que estaban a cada paso en los laterales del sendero y de tantos como vimos perdimos la cuenta:
Cuando estábamos en las zonas más altas empezó a hacer bastante frío y la niebla ya cubría más el cielo. Llegamos a la cima donde no pudimos ver gran cosa debido a la niebla, en esa zona las vistas tendrían que ser una pasada porque desde allí puedes ver el Puget Sound, las montañas Olímpicas, la isla de Vancouver, etc. Al llegar a la cima vimos un grupillo de jóvenes sentados en las piedras comiendo, nos sonrieron haciéndonos la señal de silencio con el dedo y nos indicaron con la vista que mirásemos a su lado y allí estaba a escasos metros de nosotros una enorme cabra de las montañas Olímpicas (Olympic Mountain Goat). Por lo visto es difícil encontrarse con una porque viven en las alturas en las zonas de nieve. Pero tuvimos suerte y allí se encontraba, en principio durmiendo plácidamente a nuestro lado, después se despertó y nos empezó a mirar con curiosidad mientras nosotros seguimos sentados en la piedras, pero cuando se levantó y vimos el enorme tamaño (más que una cabra parecía una vaca) ya todos dejamos de hacernos los valientes, nos levantamos de golpe y pusimos un poco de distancia con nuestra amiga.
Después de esto nos encaminamos ha recorrer el camino de vuelta entusiasmados de estar tan cerca de este, para nosotros, exótico animal. Pero lo que no sabíamos es que el sendero nos tenía reservadas otras sorpresas…. En la bajada nos encontramos con una familia que nos dijo que nos diésemos un poco de prisa que en la bajada a la vuelta de dos curvas había un oso negro en la pradera, por lo que apresuramos el paso y efectivamente allí estaba, nuestro primer oso del viaje, andando feliz y tranquilo por la pradera.Allí estuvimos un buen rato, observando en silencio el paseo de nuestro amigo, sus lentos movimientos y sus andares simpáticos.
Continuamos la bajada haciendo fotos (no solemos hacer fotos durante las subidas) y contemplando a las ardillas y a los ciervos:
Y cuando ya pensábamos que lo habíamos visto todo, la madre de unos niños que estaban con nosotros fotografiando ardillas, nos dice que guardemos silencio que acaba de ver otro oso en la pradera, nos pusimos supercontentos al contemplar a nuestro segundo oso en tan escaso tiempo:
Pues como veis el día estaba nublado y tardamos en el ascenso/bajada casi dos horas, pero todo lo que vimos hasta la cima bien mereció la pena.
Volvimos a montarnos en el coche y bajamos de nuevo hasta la zona del Visitor Center (mirar mapa de la zona que he puesto en el enlace de arriba), donde hay un edificio donde puedes pedir la información necesaria, tienda de regalos y un bar para comer comida rápida. El emplazamiento del edificio es estupendo, está al lado de las praderas, del comienzo de los senderos por las mismas (Meadow Trails) y de fondo te encuentras con unas vistas alucinantes de las montañas:
Dimos un paseo por los senderos de las praderas donde nos encontramos un ranger muy simpático que nos preguntó que de donde éramos y nos dijo que le gustaba muchísimo España, que él ya era mayor pero que estaba intentando aprender español, pero que su hijo lo hablaba perfectamente y que el chico sí conocía nuestro país. Nos preguntó si habíamos visto la cabra de la cima ( que suele ser raro verlas) y nos dijo que ese día más temprano algunos caminantes habían visto un jaguar en las praderas.
Pensábamos subir por el High Ridge Trail, pero al haber tanta niebla lo vimos una tontería y simplemente nos dimos un paseo por las praderas contemplando el paisaje:
Nos fuimos a Port Angeles, donde los actos de celebración del 4 de julio comenzaban en el muelle a las 3 de la tarde. Llegamos casi a las 4, aparcamos el coche en la cera de nuestro hotel que quedaba al lado de toda la fiesta (te entregaban en el hotel un pase para poder aparcar en las inmediaciones) y nos dimos una vueltecilla por el muelle donde había un concierto de música Country que sonaba realmente bien.
En la zona había algunos puestos de comida, pero hacía mucho viento y no apetecía comer al aire libre por lo que después de escuchar un par de canciones decimos cruzar la cera y comer en un restaurante, elegimos el Crab House, donde comimos una abundante comida y unas tartas riquísimas mientras el resto de gente tomaba los cocteles previos a la cena.
A las cinco nos fuimos corriendo a la calle principal (que quedaba al lado), por la que pasaba el desfile. Nos sorprendió al llegar ver a las familias sentadas en la cera con sus sillas portátiles, sus mantas, su comida y por supuesto sus banderas.
La verdad es que el desfile no era nada espectacular, pero era divertido ver pasar ante ti todos los iconos de la cultura americana narrados, además con música, por dos locutores que en distintos puntos de la calle iban explicando quienes eran los que pasaban y les daban las gracias por venir (thanks for coming!!!) . La gente iba vestida toda de forma informal (los espectadores y los del desfile) y todo era como muy sencillo y sin ninguna vergüenza de hacer el ridículo. Nos repartieron banderitas y nos sentamos a contemplar el desfile, como unos lugareños más, y a ver pasar ,como digo, todos los iconos americanos.
Los marines:
Representantes políticos locales en sus coches clásicos americanos:
Veteranos de Corea y de Vietnam (con un soldado local destacado en Irak):
Bomberos, obreros de los aserraderos acompañados de camiones llenos de troncos, asociaciones locales y un sin fin de etc….. Además de todo esto algo que demostraba las buenas relaciones con sus vecinos canadienses, la banda de gaiteros de la policía de Victoria (como veis mucho más british):
En fin, que lo pasamos muy bien y vimos algo diferente a todos los desfiles o cabalgatas que habíamos visto hasta ese momento.
Después de esto dimos un pequeño paseo y nos acercamos al ferry para comprar las entradas para cruzar en coche al día siguiente a Victoria en la isla de Vancouver (Canadá) y nos encontramos con la sorpresa de que ya no vendían más entradas con antelación en taquilla (no las quisimos comprar por internet desde casa porque el precio se incrementaba 15$ más y cómo íbamos a estar el día antes en Port Angeles pensamos que las podríamos comprar allí sin problemas), la chica nos dijo que si queríamos cruzar en el primer ferry (el de las 8:20 am) ellos abrían a las 7 pero que nos recomendaban llegar como mínimo a las 6:30 am para ponernos en cola porque no quedaba mucho sitio.
Nos fuimos al hotel a descansar y como al ir entrando la noche hacía más frío, nuestro hotel estaba bien situado hacia la bahía desde donde eran los fuegos artificiales y al otro día nos esperaba un madrugón; decidimos nos salir y nos sentamos a las 9 de la noche en las escaleras traseras contra incendios de nuestro hotel (sí, sí esas escaleras metálicas que salen de las ventanas de los edificios en las pelis americanas) desde donde contemplamos los fuegos artificiales de Port Angeles y los que aparecían en señal de amistad desde Victoria (la ciudad que al otro día visitaríamos en la isla de Vancouver, en Canadá) con la vista del mar de fondo. Bonita manera de terminar la fiesta del 4 de julio.
Nuestros días en USA ya llegaban a su fin, ahora nos quedaba la otra parte del viaje, Canadá, el plan era conocer Vancouver y las impresionantes Montañas Rocosas Canadienses. Y decidimos entrar en el nuevo país en ferry. Nuestro plan era llegar a Vancouver desde Port Angeles y decidimos hacerlo en ferry para así conocer también Victoria, la capital de la isla de Vancouver y del estado de Alberta. Pero esto es otra historia...
Es un viaje muy bonito, aunque el tiempo es dificil que acompañe ya que el gris predomina en esa zona.
ResponderEliminarQue envidia! Pero de la sana eh?? :-) y yo aquí, comiendo canapes e imaginandome por tierras americanas.
ResponderEliminarMuchas, muchas, muchas gracias!!!!
ResponderEliminarRealmete una descripción excelente.
Quiero que sepas que es esta, la tuya, la guia para un viaje similar que habremos de emprender sobre fines de setiembre.
Lástima que no has contado lo de Canada, pensamos hacer el mismo cruce y recorrer también Vancuver y parte de la Columbia Británica.
Un fuerte abrazo agradecido desde Montevideo Uruguay!!
Enrique.
Creo que debí decir que admiro tu generosidad al compartir tus hermosaas experiencias!!
ResponderEliminarEnrique Montevideo Uruguay
Lo siento, debí decir Vancouver,
ResponderEliminarsaludos,
Enrique.